Un reciente reporte del Gobierno de Inglaterra confirma que los productos de riesgo reducido son sustancialmente menos dañinos que continuar fumando.
Esta consideración se desprende de la reciente actualización de la evidencia sobre el vapeo de nicotina en Inglaterra, comisionada por el Gobierno inglés, a través de la Oficina para la Mejora y Disparidades en la Salud del Departamento de Salud y Atención Social y realizada por científicos del King’s College de Londres junto con un grupo de reconocidos colaboradores internacionales.
Al respecto del informe, encargado por la Oficina para la Mejora y Disparidades en la Salud del Departamento de Salud y Atención Social de Reino Unido, Caitlin Notley, Profesora de Ciencias de la Adicción, Facultad de Medicina de Norwich, Universidad de East Anglia, dijo que “de manera tranquilizadora, la evidencia muestra que las personas que pasan de fumar a vapear están expuestas a menos sustancias químicas tóxicas que pueden causar enfermedades en el futuro”.
Según lo recoge Science Media Centre, por su parte el Dr. Lion Shahab, manifestó que este último informe sobre el vapeo de nicotina es, con mucho, el trabajo más riguroso, completo y actualizado sobre este tema jamás publicado en el Reino Unido.
De acuerdo con el también profesor de Psicología de la Salud y Codirector del Grupo de Investigación sobre Tabaco y Alcohol, University College London, este informe confirma los hallazgos de revisiones anteriores en esta área de que el vapeo es mucho menos dañino que fumar, según una evaluación resumida de numerosos estudios sobre el impacto probable del vapeo en la salud. “Por implicación, esto debería tranquilizar a los servicios de salud y a los responsables políticos, de que alentar a los fumadores que no pueden dejar de fumar a cambiar a estos productos de daño reducido beneficiará la salud de la población”, resalta.
El Dr. Shahab añade que es importante asegurar de que los fumadores adultos obtengan el apoyo adecuado, que incluye la provisión de información precisa sobre el riesgo reducido de vapear y cómo puede ayudarlos a dejar de fumar, al tiempo que ofrece material educativo a los jóvenes que nunca habrían fumado para disuadirlos de comenzar a vapear, además de un mejor refuerzo de la edad de venta y restricciones publicitarias. “Si se puede lograr este equilibrio, los cigarrillos electrónicos pueden desempeñar un papel importante en el envío de cigarrillos para fumar a los libros de historia en el Reino Unido”, destaca el médico.
“En los vapeadores, las sustancias químicas responsables de las muertes y enfermedades relacionadas con el tabaquismo están completamente ausentes o presentes en niveles mucho más bajos, a menudo similares a los niveles que se encuentran en los no fumadores”, precisó el profesor Peter Hayek, director de la Unidad de Investigación de la Dependencia del Tabaco de la Universidad Queen Mary de Londres (QMUL).
Por su parte, el profesor Jacob George, presidente de Medicina y Terapéutica Cardiovascular de la Facultad de Medicina de la Universidad de Dundee, detalla que fumar daña los vasos sanguíneos causando estrechamiento y rigidez, lo que resulta en presión arterial alta, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares; los vaporizadores pueden contener algunas sustancias potencialmente dañinas, como saborizantes, pero en términos comparativos, los vaporizadores tienen muchos menos tóxicos dañinos en comparación con el fumado. Se necesita con urgencia más investigación para evaluar el impacto a largo plazo del vapeo en la salud”.