Por: Francisco Rodríguez Morán
Periodista
El proyecto de ley 83, el cual plantea establecer el principio de la no reelección inmediata para el cargo de rector en las universidades oficiales del país ha generado un amplio debate.
Hay voces a favor y en contra de la iniciativa, presentada por el diputado Ernesto Cedeño.
En este punto me parece oportuno hacer algunas observaciones sobre el tema.
Desde hace algunos años las universidades estatales, en particular la Universidad de Panamá han sido blanco de ataques de sectores específicos de la sociedad.
Cabe recalcar que no pretendo pasar por alto las presuntas irregularidades denunciadas de la Universidad de Panamá y la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi), ampliamente en las redes sociales y medios de comunicación.
Lo que me parece curioso es que los que atacan a las universidades estatales pasan por alto el caso del fraude electoral en una conocida Universidad privada. Recordemos que los responsables de este fraude en las elecciones de una Asociación de Estudiantes de la Facultad de Derecho de este centro de educación superior fueron expulsados definitivamente de esta Universidad.
Muchas de las figuras que arremeten contra las universidades estatales son egresados de esta Universidad Privada y no por eso se les cuestiona.
También existen críticas contra la reelección inmediata dentro de la Universidad de Panamá, lo cual a simple vista no tiene nada de malo disentir… Pero si hacemos memoria algunos de los críticos de la reelección inmediata en la época de Gustavo García de Paredes, rector de la Universidad de Panamá por cinco períodos, jamás emitieron un criterio parecido contra la reelección.
Parafraseando al filósofo, matemático, lógico y escritor británico, Bertrand Russell: Las personas se vuelven críticas cuando se quedan sin los privilegios, mientras los mantengan jamás criticarán a los liderazgos.