“Cuando mi hijo cumplió 7 años empecé a ver muestras de que algo no estaba bien con él, me preocupe, su comportamiento en el colegio era terrible, no hacía caso, no copiaba y teníamos muchos inconvenientes, lo empecé a llevar con una psicóloga en Santa Librada, cuando cursaba el primer grado, le hizo el test adecuado y resulto con déficit de atención», así inició su testimonio la señora Mileika Sarmiento.
Ella es madre del niño Djorkaef Piggott, “la pediatra me dio referencia con la paidosiquiatra, porque le dije que la psicóloga le había hecho un test al niño, donde salió con déficit atencional y sin pensarlo extendió la referencia, en donde lo llevaba a sus citas cada cuatro meses”.
En agosto del año 2018, inició con un medicamento llamado imipramina al mes de tomarlo le dio su primera crisis el 24 de septiembre, se me descompenso en el baño a las 5 de la mañana se puso rígido se contrajo, quedó por 3 días hospitalizados y realizaron muchos exámenes incluyendo un electroencefalograma y en este salió que había actividad eléctrica anormal (epilepsia).
Luego de este primer episodio de epilepsia, refirieron a Djorkaef a genética, donde su madre confesó que en el momento no tomó bien la noticia, no le dio importancia necesaria a la situación, no lo aceptaba; pensó que con los medicamentos que la doctora había mandado era suficiente, por 1 año se mantuvo estable hasta que el 16 de enero del 2020, dejó de darle el medicamento y no lo llevaba a control, volvió a darle otro ataque de epilepsia.
En este momento “acepte la realidad que vivía mi hijo, desperté lo acepte y empecé a llevarlo a control, mismo que debí llevar desde el primero momento en que llego a urgencia por su primer ataque de epilepsia”.
Le mandaron a realizar nuevamente todos los análisis, otro electroencefalograma, el proceso no ha sido fácil, no es una enfermedad es una condición, es un niño que no solo tiene déficit atencional también tiene déficit intelectual, es un poco difícil en la escuela porque muchos niños lo rechazan, porque no entienden su condición, pero esto no lo detiene ni a él ni a ninguno de nosotros, su familia.
En este momento, lo atiende la doctora Yadia Vergara neuróloga, y “puedo manifestar que mi hijo ha tenido grandes avances, no ha vuelto a recaer porque le mantenemos sus medicamentos y los controles con sus citas al día”, sostuvo.
“Estamos aprendiendo con Djorkaef muchas cosas, a tener más paciencia, tolerancia, hemos asimilado mucho mejor la situación, pero sobre todo hay más amor, comprensión y unió familiar”, explicó la señora Mileika.
Opinión médica
La epilepsia es un trastorno cerebral en el cual una persona tiene convulsiones por la actividad eléctrica cerebral anormal, las convulsiones son episodios de actividad descontrolada y anormal de las neuronas que puede causar cambios en la atención, el comportamiento, y el desarrollo, explicó la doctora Yadia Vergara, neuróloga del Hospital de Especialidades Pediátricas “Omar Torrijos Herrera” (HEPOTH) de la Caja de Seguro Social (CSS).
La doctora Vergara también explicó, que la calidad de vida de los pacientes con epilepsia estará relacionada con la gravedad y la frecuencia con se den las crisis, de ahí la importancia de controlarlas.
Como explico la señora Sarmiento, en ocasiones se ha constatado que su hijo a su corta edad, ha sufrido de rechazos sociales, este es el resultado del poco conocimiento de la epilepsia, que tiene la población en general, indicó la doctora Vergara.
La doctora Vergara afirmó que con mayor cantidad de campañas para el conocimiento y la sensibilización del tema, la familia aprenderá a lidiar con esta condición y la sociedad podrá aceptar a estas personas e incluirlas.