Autódromo Panamá se transformó en el epicentro del automovilismo regional, albergando por primera vez en su historia una emocionante carrera nocturna, a la que la afición respondió con un lleno total y donde los mejores pilotos de la región se batieron en carreras inolvidables.
Un show de luces, sonido y velocidad
La noche no fue solo de carreras; fue un evento completo. La atmósfera vibrante se complementó con música en vivo, un deslumbrante show de fuegos artificiales y la energía de cada duelo en la pista. Cada tramo de la carrera fue una demostración de habilidad, con los autos iluminando el asfalto y los motores rugiendo en una sinfonía perfecta que elevó la emoción a cada minuto.
La banda del Instituto José Dolores Moscote se lució en los actos protocolares de la carrera, calentando los motores del público antes de que los autos tomaran el control.
Duelos épicos y sorpresas en la pista
La noche estuvo marcada por batallas memorables en cada categoría. En la GT Challenge de Las Américas, la dupla de Sebastián NG y Valentino Mini se alzó con la victoria en la categoría GTS, mostrando un dominio impresionante. Sin embargo, otro de los protagonistas de la noche fue el guatemalteco Juan Diego Hernández, quien con su Lamborghini realizó un verdadero recital al volante. A pesar de un desperfecto mecánico que lo sacó de la competencia, su actuación dejó a todos con ganas de más.
En la GTS Junior, el piloto colombiano Felipe Merjech subió a lo más alto del podio, mientras que en la GTS Light el triunfo fue para el guatemalteco Mauricio Roque. El espectáculo visual y la potencia de los V8 fue dominada por los hermanos Jacobo y John Chocrón, quienes dieron una clase de pericia al volante.
La categoría Gran Turismo C tuvo como vencedor a Edwin Serrano, mientras que Ariel Saldaña, a pesar de un excelente desempeño inicial, se vio obligado a abandonar por fallas mecánicas en el segundo heat. Las acciones continuaron en Super Turismo 3, donde Alex Vanegas se llevó los honores y en Super Turismo 4, Andrés Gómez.
TCR Panamá
Uno de los momentos cumbre de la noche fue la esperada categoría TCR Panamá. La competencia, llena de emoción y velocidad, vio de todo: desde la estrategia de un safety car hasta adelantamientos de infarto. El piloto costarricense Emilio Valverde en su Hyundai levantó al público de sus asientos y se aseguró el primer lugar en el podio.
La jornada concluyó con un espectáculo de luces, consagrando a este evento como un hito para el deporte motor en la región. El público se fue a casa con la certeza de haber presenciado una noche histórica, donde la pasión por los autos y la velocidad brilló con más fuerza que nunca.
Durante la conferencia previa a esta carrera, se destacó que Autódromo Panamá, es más que un simple circuito de carreras, pues se ha convertido en el epicentro del automovilismo en el país y en la región.
Además, es un escenario de primer nivel y corazón de un ecosistema que incluye a mecánicos, equipos, escuderías y a un gran número de colaboradores que dedican hasta 10 días de preparación para cada evento, generando empleo y economía a la región.