Con un sentimiento de alegría e incertidumbre, Juan, de 28 años, agradece a Dios que su primer hijo llegó a este mundo sin complicaciones.
En y la pequeña capilla ubicada a un lado de la sala de espera de la Maternidad del Hospital Santo Tomás, destaca que no tiene trabajo, pero “si tengo que vender flores o paletas, lo haré por mi familia”. Juan, con mucha alegría, explicó que ayer quiso comprar la fecha de su primogénito (10 de abril), pero no encontró el número en ningún tablero de lotería.
Cómo tenía que comprar algunas cosas de aseo personal para su esposa, le pidió prestado a un familiar 20 dólares. Camino al hostal, se topó con un billetero que le insistió que comprar un billete.
Con algo de duda, señaló uno que estaba boca abajo y hoy para su sorpresa, se dio cuenta de que compró los números 6274, que jugaron en el tercer premio del sorteo del miércoles.
Este guiño de la fortuna, le permitirá a Juan comprar lo que le hacía falta al bebé.