Por. Gilberto Marulanda
La celebración de la fundación de la primera organización nacionalista de los sectores medios panameños no puede ni debe pasar desapercibida para las presentes generaciones.
Acción comunal, fundada el 19 de agosto de 1923, estaba integrada por sectores medios y profesionales, quienes cuestionaban la participación de estadounidenses en el engranaje de la administración pública desde inicios de la república.
Para esta asociación, era inadmisible no asumir que existía en Panamá una nueva generación profesional con la capacidad suficiente para dirigir cargos gerenciales de la cosa pública.
Esta crítica inicial de parte de esta asociación pone en la palestra la continuidad de un estado oligárquico que debe ser supervisado por el imperio estadounidense mediante asesores y hasta agentes fiscales, pues Panamá no podía administrar por sí sola.
Este es el primer reclamo formal de estos sectores para con el estatus quo oligárquico. Sin olvidar que al mismo tiempo reclamaban por el adecentamiento de las administraciones, cuya tónica era el despilfarro, clientelismo y corrupción.
Por otra parte, esta fue la primera organización en criticar y exigir un cambio en las relaciones contractuales con Estados Unidos, respecto al tratado Hay-Buneau Varillan, el cual consideraban injusto y desfasado, particularmente por su cláusula que permitía el intervencionismo.
No es de extrañar que ante el ominoso proyecto del Tratado Alfaro-Kellog, de 1926, se oponen fervientemente por considerar que era lesivo a nación, particularmente en su artículo que amarraba a las futuras generaciones de jóvenes panameños a seguir incondicionalmente a Estados Unidos en sus conflictos o guerras.
En otras palabras, condenaba a morir a los hijos de esta tierra a causa de razones de guerra ajenas a nosotros. La intervención crítica de la asociación haciendo un llamado a las madres panameñas jugó un papel crucial en el rechazo de tan lesivo tratado, poniendo en evidencia que no era posible seguir negociando con Estados Unidos bajo términos impositivos, lesivos e inaceptables. (Avilés, 1998)
Esta intención de cambiar el devenir de la administración pública la convierte en la principal asociación opositora del régimen Chiariasta y de la extensión de su influencia para la década del 30, por lo que realizan el primer golpe de Estado. Si bien pierden el control del movimiento es indiscutible que su sello lo plasman en el tratado de 1936, Arias-Rossevelt, en el que se elimina la cláusula intervencionista estipulada por el tratado Hay-Buneau Varilla. (García; 2016)
A cien años de su planteamiento nacionalista, Acción Comunal, constituye un aliciente para las presentes y futuras generaciones que tienen entre sus destinos combatir problemáticas iguales como lo son la corrupción, el clientelismo y el despilfarro del herario público, un ejemplo de que la lucha por tener un mejor Panamá está, tal cual lo sintieron los militantes de esta organización hace cien años atrás, en no desistir ante la injusticia imperante de una partidocracia clientelista que pone en riego los destinos de la nación. Loor a Acción Comunal.
Fuentes
Avilés, Enrique. (2016) Los sectores medios en Panamá durante la década de 1920. Panamá Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena.
García, Pantaleón. (2016) Chiarismo vs Acción Comunal: 2 de enero de 1931. Panamá. Lotería Nacional de Beneficencia.
El autor es profesor de historia de la Universidad de Panamá
