Cuando estaba en la Universidad de Panamá compré por unos pocos dólraes la novela de Dan Ben titulada “El Espía Que Vino de Israel”, es una versión del conflicto Árabe-Israelí, en una parte de la obra se hace un paralelismo entre África y Sudamérica, en cuanto a los golpes de Estado, es decir que en la década de los 70 era algo extremadamente común.
El pasado 26 de julio (al parecer no está relacionado con el asalto al Moncada de Fidel Castro), un grupo de militares encabezados por el coronel del Ejército de Níger, Amadou Abdramane, le dieron un golpe al presidente Mohamed Bazoum.
Según una publicación del rotativo español El País, “la junta golpista de Níger rompe los acuerdos militares con Francia y se acerca a Rusia”.
Por su parte, la BBC indica que esta acción militar en África podría expandir la influencia Rusa en la zona.
“Desde Mali en el oeste hasta Sudán en el este, toda una franja de África ahora está gobernada por militares. Y, en muchos de esos países, el Grupo Wagner tiene una presencia significativa”, destacó la Corporación Britanica de Radiodifusión.
Esta excolonia francesa es el mayor proveedor de uranio del país galo, este punto es de gran interés, debido a que si los rusos suman a Níger a sus aliados el suministro de este material podría verse afectado.
Este tipo de conflictos no son nuevos, durante la Guerra Fría, los soviéticos y el mundo capitalista maniobraban indirectamente en África.
Este domingo expiró el ultimátum lanzado por la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao) contra el nuevo régimen.
La Cedeao ha indicado que está dispuesta a usar la fuerza militar si los hombres de Abdramane no restablecen el orden constitucional.