Los cálculos renales, nefrolitiasis, litiasis renal o piedra en el riñón, son términos que se refieren a la formación de un fragmento de material sólido, compuesto de sales de fosfato y carbonato cálcico o úricas, dentro de este órgano, a partir de sustancias que se encuentran en la orina.
La Dra. Celeste Alston, encargada del Servicio de Urología Pediátrica de la CSS, explicó que la mayoría de los cálculos renales se forman debido a la combinación de dos factores como son:
Genéticos: que pueden tener predisposición por herencia.
Hábitos alimenticios: cuyos elementos de riesgo incluyen niveles altos de calcio en la orina, obesidad, ciertos alimentos, medicamentos como los suplementos de calcio, hiperparatiroidismo, gota y la insuficiente ingesta de líquidos.
La uróloga indicó que en un niño, aparte de estos factores, hay que involucrar si hay alteraciones anatómicas, por ejemplo un riñón con una obstrucción que no permite que la orina drene bien y ese cambio fisiológico provoca se quede retenida, y hace que el calcio se agregue y forme los cálculos renales.
Detalló la especialista que la dieta juega un papel importante en los niños, ya que actualmente se consume demasiada comida chatarra la cual contiene mucho sodio y este elemento químico aunado al no tomar suficiente agua, provoca que haya más infantes con cálculos renales.
“En Panamá, antes era muy raro ver a un niño con cálculos renales, ahora los vemos tan frecuentes como en un adulto”, señaló la Dra. Alston.
Mencionó que en los infantes, los uréteres por donde van a bajar los cálculos renales a la vejiga se dilatan fácilmente y el niño puede expulsarlos cuando son pequeños, sin la necesidad de realizar una cirugía, pero cuando llegan a ser mucho más grandes, necesitan un manejo quirúrgico.
SÍNTOMAS
Entre los síntomas más comunes están:
- Cólico renal, dolor en el área lumbar y esta molestia se moviliza hacia la parte de adelante del abdomen y a la pierna.
- Orina con sangre.
- Náuseas y vómitos relacionados con el dolor.
La Dra. Alston indicó que no existe medicamento alguno que disuelva los cálculos renales más comunes como los de oxalato de calcio, estos, normalmente, son expulsados por el organismo, y en caso contrario se deberá realizar algún tipo de procedimiento quirúrgico.
Existen también los cálculos de ácido úrico, los cuales se pueden diluir con medicamentos, dependiendo de su tamaño, añadió la especialista.
La uróloga detalló que las piedras pueden comprometer todo un riñón y se llama “cálculo coraliforme” por la forma que tiene, parecido a un coral, y no son tan comunes; ya que la mayoría de los cálculos son más pequeños.
Normalmente un cálculo renal que tenga menos de 0.6 centímetros se puede expulsar solo, los cálculos mayores a un centímetro requieren una intervención quirúrgica, agregó la Dra. Alston.
Destacó que en los casos en los que el cálculo obstruye el riñón y no permite que la orina fluya, el líquido va aumentando la presión dentro, y poco a poco este órgano va perdiendo su capacidad de funcionar.
Agregó que cuando el riñón presenta retención de orina, se conoce como “hidronefrosis” y esa presión alta no permite que este órgano se siga desarrollando bien y puede provocar que el paciente lo pierda.
“Los cálculos renales casi siempre se presentan con mucho dolor, por lo que deben ser removidos de inmediato”
Por su parte el coordinador nacional de Diálisis y especialista en nefrología de la CSS, Dr. Regulo Valdés, indicó que es raro que los cálculos renales lleven a una falla renal, solo en casos de cálculos complejos secundarios a infecciones (cálculos coraliformes), cálculos en ambos riñones o en personas que tienen un solo riñón; en estos casos es importante intervenir lo antes posible.
En cuanto al factor económico entre un trasplante o una diálisis, el nefrólogo detalló que el trasplante siempre es mejor, porque ofrece calidad de vida para el paciente, mejor sobrevida y a la larga es sumamente más barato.
Aseguró que la insuficiencia renal afecta a todas las edades, pero las personas de 60 años o más, corren mayor riesgo, y en ocasiones es asintomática hasta que está muy avanzada.
“LOS HOMBRES SON MÁS PROPENSOS A PADECER DE INSUFIENCIA RENAL”
Hasta la fecha, en el Complejo Hospitalario Dr. Arnulfo Arias Madrid de la CSS, se han realizado 22 trasplantes de riñón, que corresponden a 5 donantes vivos relacionados, dentro del cuarto grado de consanguinidad y 17 donantes fallecidos.
La coordinadora nacional de Trasplante de la CSS, Dra. Elvia Muñoz, informó que los órganos que más comúnmente se trasplantan en Panamá son los riñones, los cuales tienen mayor demanda, y una lista de espera considerable, con más de 200 pacientes.
Por último la especialista manifestó, que la donación de órganos de personas vivas no relacionadas, no está permitido por la ley, ya que para hacer un donante vivo tiene que estar relacionado hasta el cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, y por ende no se puede hacer entre amigos, vecinos, compañeros de colegios y trabajo, “porque cuando abrimos esta puerta por allí mismo puede entrar lo que es el tráfico de órganos”, subrayó.
Un paciente trasplantado puede estar utilizando en medicamentos, entre $1,300.00 a $1,600.00 al mes, lo que equivale a $15 mil y $19 mil al año.
La Ley General de Trasplante N° 3 del 8 de febrero de 2010, estipula que para la donación en vida, la persona debe ser un familiar hasta el cuarto grado de consanguinidad o el segundo de afinidad.