Luzmila Carbajal, una mujer de mediana estatura, se sube al hombro un tanque repleto de tomates, que luego lo vierte en canastas de plásticos. Aunque el sol arrecia, se la ingenia para entrar y salir de las parcelas con los tanques llenos de la codiciada fruta. La mañana ha sido productiva, porque ha logrado llenar, junto a su equipo de trabajo, más de 20 cajas de tomates de la variedad T8.
Mientras trabaja, asegura que el tomate que cosecha sabe a pura delicia: “es un tomate sabroso, con mucha carne. De piel brillante, tierno y suave al paladar”.
Es muy probable que los tomates que ha cosechado Luzmila en sus parcelas, ubicadas en Llano Largo, provincia de Los Santos, hayan llegado hasta la mesa de miles de panameños. En esta región del país se han sembrado unas 200 hectáreas de tomates industriales, la mayor siembra de todo el país.
Esta santeña de 59 años afirma que ha vendido más de 200 quintales de la codiciada fruta y, antes que concluya este verano, espera cosechar otros 300 quintales. Asevera que toda la producción que sale de sus parcelas se la vende a una procesadora que convierte la fruta en salsa, pastas y otros derivados a base de tomates.
El amor por la producción de tomates llegó a Luzmila con el programa Redes de Familia del Ministerio de Desarrollo Social (Mides), que les permite a los ciudadanos de poblaciones vulnerables desarrollar emprendimientos sostenibles a través de asistencia técnica.
En la administración del presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, el MIDES ha puesto en funcionamiento en Los Santos 266 proyectos de inversión productiva. Mientras que en todo el país se han desarrollado 9,176 proyectos agrícolas, avícolas y acuícolas con excelentes resultados.
Precisamente, el acompañamiento técnico que ha recibido Luzmila desde el primer día, ha sido uno de los puntos claves en el éxito de sus parcelas. Los otros ingredientes de su éxito son el esfuerzo y la dedicación que ella y sus hijos le han inyectado al proyecto.
Como es costumbre en el campo, el trabajo inicia muy temprano con una taza de café, a las 6:00 a.m., y termina cuando el sol comienza a esconderse. Una labor que Luzmila realiza en compañía de sus tres hijos.
“Nací en un área rural donde se cultivan alimentos. Mi papá me enseñó desde niña a trabajar la tierra y a ser una mujer independiente. Estoy convencida de que la agricultura es una
herramienta para combatir la pobreza en los pueblos como el mío”, indicó Luzmila con mucha seguridad.
Redes de Familia impulsa el empoderamiento femenino
Como cada una de las mujeres que forman parte de los proyectos de Redes de Familia, Luzmila recibió asistencia técnica en temas como: sistemas de siembra, tratamiento de suelo y uso de tecnología. Y lo más importante es que le entregaron semillas certificadas de alto rendimiento.
Además, le entregaron un sistema de riego valorado en 1,625 balboas, el cual le proporciona agua a las plantas de tomate las 24 horas del día.
En la provincia de Los Santos, un total de 45 familias están desarrollando proyectos con sistema de riego. La mayoría de estos emprendimientos son liderados por mujeres rurales, quienes están generando ingresos y aportando a la seguridad alimentaria con cultivos agrícolas.
Estos proyectos con sistema de riego se están desarrollando en los corregimientos de Llano de Piedra, Los Olivos, La Tronosa, Bahía Honda y Bayano; estos tres últimos ubicados en territorio del Plan Colmena.
Compromiso del Gobierno Nacional
La ministra del MIDES, María Inés Castillo, enfatizó que las mujeres como Luzmila incrementan la productividad agrícola y la seguridad alimentaria, lo que ayuda a reducir los niveles de pobreza en las comunidades rurales.
Agregó que el Gobierno Nacional está comprometido con impulsar el desarrollo de proyectos de inclusión en todo el país, a través de asistencias técnicas que brinda el programa Redes de Familia.
En tanto, el coordinador del programa de Redes de Familia de Los Santos, José Ramos, destacó el impacto que han tenido estos proyectos en la lucha contra la pobreza y la desigualdad, al brindarles la oportunidad a los beneficiarios a ser protagonistas de su propio desarrollo.