La Coordinadora Nacional de Pueblos Indígenas de Panamá (COONAPIP), califica de lamentable la actitud del presidente José Raúl Mulino, que ha dicho de manera “tajante” que cierra toda posibilidad de dialogar con el pueblo panameño, cuya acción es traducida como una declaración de guerra.
“En vez de construir puente de comunicación-como ha solicitado el Papá León XIV, recién electo; el Presidente ya ha cerrado las puertas al clamor del pueblo panameño, cercenando toda posibilidad de acercamiento para buscar soluciones a los temas que hoy tienen al país en la calle, eligiendo la represión y detenciones arbitrarias”, manifestó la dirigencia indígena panameña.
Señalaron los líderes originarios que no es saludable que el mandatario, en una actitud dictatorial, prepotente y avasalladora, elimine toda posibilidad de comunicación asertiva para enmendar los errores, acción que están pidiendo todos los sectores que protestan en la calle, indígenas, educadores, sindicalistas, médicos, enfermeras, inclusive el sector empresarial que igualmente han estado abogando por un diálogo nacional.
“Queremos recordarle al Presidente Mulino que, en su momento, la Ley Minera también fue aprobada y sancionada, y el gobierno anterior dijo que nada se podía hacer al respecto, y el país entero fue a la calle y se derogó, al pueblo panameño no le queda otra opción que hacer valer sus derechos en las calles, a través de manifestaciones y marchas pacíficas”, argumentó la COONAPIP.
Para los líderes indígenas, la derogatoria de la ley 462, la no reactivación de la mina y la anulación del memorándum con Estados Unidos, no es un capricho, es la exigencia justa del pueblo panameño ante la violación de sus derechos humanos y la violación flagrante de la soberanía nacional.
Indicó la COONAPIP, que a diferencia del Presidente Mulino, las autoridades indígenas mantienen los principios democráticos de comunicación continua dejando las puertas abiertas para el diálogo constructivo al igual que el resto de la sociedad civil, y espera que el ejecutivo entre en razón y tome las acciones correctas que lo lleve a escuchar y conversar con su pueblo.
“De no darse este diálogo urgente y necesario, a los pueblos indígenas a nivel nacional no les queda otra opción que sumarse de manera masiva y progresiva en todo el país a las acciones de protesta, y luchar como lo hemos hecho siempre hasta las últimas consecuencias frente a las provocaciones y represiones ilegales de los estamentos de seguridad; y responsabilizamos al Presidente Mulino y su criminal cuerpo de seguridad de los saldos negativos, producto de su mala decisión de irse en contra del pueblo y ordenar la masiva represión y violaciones de los derechos, especialmente de los pueblos indígenas, a diestra y siniestra, así como la criminalización de los manifestantes pacíficos, vulnerando en todos los sentidos los derechos humanos del pueblo panameño, persiguiendo, atropellando, vigilando y deteniendo a los panameños de manera arbitraria y sin orden judicial a cuánto se les cruce en su camino”, denunciaron los líderes de la COONAPIP.