El curso de la pandemia de la COVID-19 sigue siendo impredecible, pero está más claro que nunca que el impacto en los programas de salud y bienestar de los empleadores se mantendrá durante los próximos años, esto se ve reflejado en el estudio Tendencias de Salud 2022, realizado por Mercer Marsh Beneficios, consultora líder de beneficios para empleados a nivel mundial, donde se encuestó a 210 aseguradoras en 59 países para obtener más información sobre las principales tendencias que dan forma al futuro de la atención médica proporcionada por los empleadores.
Si bien las compañías tienen la libertad para diseñar sus planes de beneficios a fin de satisfacer las necesidades de sus colaboradores, las aseguradoras desempeñan un papel clave en la configuración del panorama de beneficios a través de sus prácticas estándares y la estructura de sus pólizas, su voluntad de adoptar nuevas disposiciones y la visibilidad de grandes grupos de datos de reclamaciones.
El reciente reporte arroja los siguientescuatro hallazgos clave:
1) La tendencia de las tasas médicas y las reclamaciones está aumentado
La investigación encontró que la tendencia de las tasas médicas en Latinoamérica repuntó en 2021 (10.2%) con respecto a los mínimos de 2020 causados por la pandemia. Se espera que la tendencia al alza continúe, y se prevé que la tasa para la región en 2022 será del 9.4% similar a la global (9.5%).
Tres cuartas partes (75%) de las aseguradoras en la región dicen que la actividad de las reclamaciones médicas tiene una tendencia al alza, y dos de cada cinco (41%) informan que la actividad de las reclamaciones es más alta que los niveles prepandémicos. Esto se traduce en gran medida a que los empleadores deben anticipar que las primas de renovación aumentarán para compensar la volatilidad del mercado.
2) El COVID-19 está impactando en la siniestralidad
Para Latinoamérica y el Caribe, el COVID-19 ahora es la causa más alta de reclamaciones, tanto por monto en dólares como por frecuencia. Sin embargo, es casi seguro que su impacto no se haya reportado en su totalidad, en tanto las aseguradoras han luchado para actualizar sus sistemas a fin de poder capturar completamente los datos sobre una afección que era desconocida antes de finales de 2019.
Si la crisis continúa, los aumentos en las reclamaciones de seguros de vida podrían generar primas más altas, prácticas de suscripción más estrictas o exclusiones. Por ejemplo, en América Latina y el Caribe, el 85% de las aseguradoras informaron haber visto mayores siniestros de seguros de vida. En el caso de Panamá, hay aseguradoras que ya están implementado requisitos como presentar tarjeta de vacunación y periodos de espera para la cobertura por COVID-19.
“Cada vez son más frecuentes las conversaciones con clientes en las cuales nos piden explorar eliminar la cobertura por COVID-19 para las personas no vacunadas con el esquema completo. Aunque aún no es tendencia, pensamos que pronto podría empezar a tomar relevancia esta solicitud. Los empleadores están preocupados por los incrementos en primas que pueden generar los reclamos de alto costo por enfermedad de COVID-19 grave”, comentó Stella Bandera, Senior Vicepresident de Mercer Marsh Beneficios Panamá.
3) La prevención y el autocuidado son necesarios para mitigar los riesgos de la salud
El riesgo metabólico y cardiovascular es el factor de riesgo número uno que impulsa los costos médicos de grupo patrocinados por las empresas. El cáncer y las enfermedades circulatorias fueron los principales impulsores de las reclamaciones de planes médicos para las aseguradoras. Para combatir estas enfermedades crónicas, las compañías pueden explorar cómo integrar productos de autocuidado en los planes de beneficios.
4) La equidad de la salud en los planes médicos es una prioridad creciente
Las aseguradoras están haciendo cambios para facilitar diseños de planes médicos más inclusivos. Por ejemplo, el 30% de las aseguradoras está revisando las redes médicas para garantizar la diversidad de los proveedores. Esto tendrá impacto en la experiencia de los empleados, pues las personas podrán elegir más fácilmente acudir a un doctor de su mismo origen étnico y género.
Más de una cuarta parte (27%) de las aseguradoras ha cambiado la elegibilidad para el acceso a fin de hacer que la cobertura sea más inclusiva para los empleados LGBTQ+. Esto incluye elementos como permitir que las parejas del mismo género sean nombradas en los planes médicos. Casi una cuarta parte (24%) de las aseguradoras está considerando, o ya ha incorporado, apoyo social, como ayuda con transporte, alimentación y vivienda.
“Los empleadores tienen la oportunidad de apoyar a una fuerza laboral diversa, equitativa e inclusiva mediante el reconocimiento de que los empleados tienen necesidades y valores diferentes, y que el cuidado debe ser accesible para todos. Adicionalmente, tomemos en cuenta que, aunque la prestación de servicios para el cuidado de la salud mental ha aumentado, este cambio se ha centrado principalmente en el apoyo a las personas una vez que enferman, en lugar de ayudarlas a mantenerse sanas. El punto de inicio debe ser la identificación temprana para brindar el apoyo oportuno a la fuerza laboral”, mencionó Nexyms Matera, Líder de Workforce Health en Mercer Marsh Beneficios.