Look into my eyes and you’ll see I’m the only one
Mírame a los ojos y verás que soy el único
You’ve captured my love stolen my heart
Changed my life
Capturaste mi amor, me robaste el corazón
Cambiaste mi vida
Every time you make a move you destroy my mind
Cada vez que haces un movimiento destruyes mi mente (You Take My Breath Away, de la agrupación Berlín).
El departamento de Recursos Humanos de la empresa ideó un taller de cuerdas para limar algunas asperezas.
Propusieron ir a un campamento en el interior, a mi parecer la actividad no resultó y el último día vi que las compañeras de ese departamento se dieron una escapada.
Después de tres días unas cervezas no estarían mal pensé.
Se hizo tarde como para regresar, buscamos un hotel y todos a las 10 de la noche estaban llenos.
Lo más cercano fue un hotelito de esos de carretera, pedí una habitación, ni si quiera me fije en las demás.
El cuarto clásico, sábanas blancas, una mesita, un aire acondicionado, un armario pequeño y una tv. No había cable solo los canales locales.
Tomé un baño, en eso escuché que llegó un auto, tenía la persiana medio abierta ya que el aire no funcionaba muy bien. Cuando iba a cerrar la ventana, observé que una pareja a media luz se entregaba a la pasión, cerré la cortina y me acosté.
Una media hora más tarde la psicóloga, me chatea para saber si quiero tomar un par de cervezas antes de dormir, le dije que no, ya que tenía sueño.
El ruido de los camiones que pasaban cerca del área no me dejaba dormir, de pronto un toc, toc, en mi puerta me pone en alerta. Pensé que podría ser un marido rabioso en busca de su mujer infiel.
Nuevamente el toc, toc, me asomo con cuidado a ver de quien se trata: Para mi sorpresa era la psicóloga, con unas cervezas Balboa. Abro la puerta, me dice es lo único que tenían.
Antes de despedirme la mujer entra y me abre una lata. Se va desnudando y queda en un hilo de encajes rojo, observo su mano y tiene un preservativo en la mano.
Ver a la pareja teniendo sexo la puso a mil. En este punto puedo hacer dos cosas sacarla de la habitación o seguirle la corriente. En ese medio segundo que dude que hacer, ella tomó la iniciativa.
Para mi sorpresa la psicóloga era dominante en la cama.
El lunes siguiente mi relación de trabajo con la psicóloga era buenísima, tanto así que un segundo taller de cuerdas quedó pendiente.