El Defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc González, realizó una visita a las islas Casaya, Casayeta y Bolaños, en respuesta a una reunión previa con el comité de las islas, en donde los moradores habían expresado su preocupación por una serie de problemas, incluyendo la falta de agua y electricidad, escuelas en ruinas, y la apropiación ilegal de sus territorios.
La Defensoría del Pueblo está llevando estas quejas no solo a nivel nacional en Panamá, sino también a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en donde se espera que estos temas se presenten en una audiencia en los próximos meses.
“Para la institución nacional de derechos humanos, es de vital importancia garantizar el derecho a una vivienda, el derecho a la educación, al trabajo, a la salud, trabajar la tierra y el derecho ancestral de ser propietario de estas. Necesitamos que todos los panameños tengan una mejor calidad de vida”, señaló, el Ombudsman.
Durante el recorrido, se evidenció claramente la precaria condición de la infraestructura de la escuela local. Esta situación ha llevado al cierre de la escuela, provocando que aproximadamente cientos de niños, niñas y adolescentes abandonen la isla en búsqueda de otro plantel para recibir clases.
Además, la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDH), está abriendo expedientes sobre malas prácticas laborales y administrativas en la isla.
Eduardo Sosa, residente de la isla, expresó su gratitud por la visita y la atención a sus problemas, “siempre hemos sido ignorados y esta es la primera vez que vienen a buscar soluciones a nuestros problemas”, agregó.