Han pasado varios años, pero aun cuando se menciona el caso de Grimaldo Córdoba, que fue condenado a tres años y medio de prisión, por ejercer la profesión de medicina levanta pasiones.
El hecho de que alguien tenga un conocimiento básico sobre qué remedio tomar para x o y dolencia no lo hace un médico y hasta este punto la mayoría concuerda.
En el caso de los abogados, un leguleyo puede hacer ciertos trámites, pero este conocimiento no lo hace un profesional en leyes. En Panamá no solo se debe tener un título de abogado, también se debe aprobar el examen de barra para la idoneidad.
Podemos seguir con más ejemplos de diversas profesiones y el resultado será el mismo.
A mediados de la década de los 2000, en nuestro país se derogó la ley que regulaba el ejercicio del periodismo. Explicado de una mejor forma es que para este trabajo no se necesita tener una idoneidad. Lo que es hasta contradictorio, ya que todo periodista que ha trabajado en algún estamento gubernamental sabe que se le exige la idoneidad, por lo que el comunicador debe solicitar una carta al Sindicato de Periodistas o al Colegio de Periodistas, para poder comprobar que lo es.
Bajo lo anterior antes explicado con la proliferación de las redes sociales, páginas web y blog donde el dueño o el autor de los artículos u opiniones se desconoce , es común ver publicaciones lanzando una serie de acusaciones -unas con fundamento y otras no-.Pero si el afectado procede legalmente el bloguero o tuitero, saca del sombrero la frase de que están atentando contra la libertad de expresión y la libertad de prensa.
El periodista No es un juez, No debe tomar posturas, su deber es relatar todas las partes de los hechos o noticias. Siempre utilizar el supuesto y citar siempre las fuentes si las hay. Si por alguna razón no se cumplen estas premisas se debe asumir las responsabilidades al igual que un doctor cuando pone en riesgo la vida de un paciente.
Si un periodista día a día hace su trabajo cumpliendo con lo explicado. ¿Por qué un tuitero, un activista que no se mide al atacar no asume la responsabilidad de sus actos?
Para muestra un botón, recientemente Balbina Herrera ganó un caso contra un doctor de la localidad por el delito de injuria y calumnia.
Según lo establecido por el Ministerio Público, “el 15 de octubre de 2018, el condenado ofendió la dignidad, honra, decoro y le atribuyó la comisión de un hecho punible a la señora Balbina Herrera Araúz, a través de un sistema informático como la red social Twitter, donde dirigió comentarios ofensivos hacia la señora Herrera utilizando su fotografía”.
Por más que se tengan diferencias políticas es denigrante caer en ataques personales e injuriar a una persona solo por tener alguna diferencia. Viene a ser el sentido común, ese gran aliado, tanto de las víctimas potenciales, los periodistas que de verdad ejercen y hasta de los atacantes sabiendo que su acción es delito.
