Los numerosos casos que involucran a jueces y magistrados en escándalos de corrupción ensombrecen la administración de justicia, ponen a Panamá en listas negras y grises de organismos internacionales y socavan la seguridad jurídica del país.
1. Caso de SONAMA PANAMA, S. A. y SONAMA, S. A. – VS – EL CONSORCIO
ICA-FCC-MECO: Es uno de los más recientes casos que ha puesto al descubierto las falencias de la administración de justicia panameña, el trafico de influencias, la prevaricación de jueces, magistrados y un órgano jurisdiccional plagado de malas prácticas.
2. FCC – MECO: Empresas constructoras reincidentes en prácticas corruptas con sentencias condenatorios en firme en Panamá, España, Costa Rica y Colombia por la compra de voluntades políticas y judiciales reconocido por sus propios ejecutivos mediante acuerdos de pena con jueces y fiscales de los mencionados países.
3. Guillermo R. Ballesteros, juez del Juzgado Séptimo del Circuito: fue acusado del delito de abuso de autoridad en perjuicio de Sonama, S.A. y Sonama Panamá S.A empresas a las que impidió ejercer acciones legales hasta que se resolviera una demanda en su contra. Ha sido suspendido, multado y condenado por desacato por el Primer Tribunal Superior del Primer Distrito Judicial y actualmente es investigado por la Unidad de Integridad y Transparencia del Órgano Judicial.
4. Eva Cal De Saint Malo, magistrada del Primer Tribunal Superior de Justicia: Actuando como magistrada ponente del caso no permitió la declaración del testigo principal Ernesto Inderbitzin, favoreciendo al bufete Morgan & Morgan y a EL CONSORCIO.
5. Olga Rujano De León, magistrada ponente: firmó una sentencia redactada por su ayudante Nelson Erin Riquelme Quintero, sentencia sesgada, totalmente ajena al derecho y contraria a los documentos y pruebas del expediente.
6. Ernesto Inderbitzin, Reveló la trama de este caso en una declaración jurada ante un notario del Estado de La Florida en los Estados Unidos el pasado mes de noviembre. Inderbitzin, jefe de obras y miembro del comité de gerencia de EL CONSORCIO, era conocedor de todos los hechos acaecidos y por tanto un testigo clave y fundamental en este caso, su declaración jurada reafirma lo contenido en todos los documentos presentados en el expediente.
A Ernesto Inderbitzin la magistrada Eva Cal de Saint Malo no le permitió prestar declaración, apoyando a la parte contraria, a M&M y a EL CONSORCIO. Luego de demostrada la presunta corrupción del juez Guillermo R. Ballesteros, queda al descubierto la actuación parcializada de la magistrada Eva Cal de Saint Malo, de la magistrada Olga Rujano de León y de su asistente Nelson Erin Riquelme Quintero.
La irrefutable declaración jurada del testigo clave; Ernesto Inderbitzin desnuda el complot de un consorcio de empresas corruptas, representadas por un influyente bufete de abogados, revela también, una cadena de hechos irregulares, sumado a un proceder absolutamente apartado de la ley y la justicia por parte de altos funcionarios judiciales. La definición de este caso será una prueba de fuego para la administración de justicia que de seguir favoreciendo el trafico de influencias, abrirá las puertas para que los afectados acudan a instancias internacionales, donde el Estado panameño seria sentado en el banquillo de los acusados por culpa de jueces corruptos y prevaricadores.