El Gobierno Nacional, comprometido con el bienestar de la niñez y la juventud panameña, ha emitido un Decreto Ejecutivo que permite el nombramiento inmediato de nuevos docentes para garantizar la continuidad del año escolar 2025 en las escuelas oficiales del país.
El contenido del decreto, compartido con el Consejo de Gabinete para su conocimiento, recibió el respaldo unánime de los ministros de Estado y asesores presentes, quienes coincidieron en que se trata de una medida necesaria, justa y oportuna para garantizar el derecho superior de la niñez panameña a una educación continua y de calidad.
Esta decisión surge ante la prolongada paralización de clases por parte de un amplio grupo de educadores, lo que ha puesto en riesgo el derecho fundamental a la educación de miles de estudiantes. No se trata solo de recuperar contenidos perdidos, se trata de defender el futuro de nuestros niños, de proteger su derecho a soñar, aprender y crecer con esperanza.
Durante años, los estudiantes han vivido constantes interrupciones en su formación. Hoy enfrentamos un punto de quiebre: no podemos permitir que una generación entera pierda otro año escolar. Cada día sin clases es una puerta cerrada a la igualdad de oportunidades, al desarrollo humano y al progreso nacional.
El decreto establece un procedimiento ágil y temporal para designar, de forma responsable, a nuevos docentes que cumplan con todos los requisitos legales y profesionales. Se prioriza así la estabilidad en las aulas y se otorga un reconocimiento especial a quienes respondan al llamado del país para enseñar con vocación y compromiso.
Este Gobierno tiene claro que la educación no puede ser rehén de ningún interés político. El interés superior de nuestros estudiantes está por encima de cualquier otro, y Panamá no puede construir su futuro dejando a sus hijos sin clases.
Este Gobierno reafirma con paso firme que el derecho a aprender es un derecho humano fundamental no negociable, y que el progreso de Panamá solo será posible si se construye sobre una base sólida de educación.
La educación de nuestros hijos está por encima de cualquier reclamo. Panamá no debe perder un año escolar.
