Gilberto Marulanda
Profesor de Historia de la
Universidad de Panamá
El grito de la Villa de Los Santos o mejor dicho un grito cuyo acontecimiento marca en la historia un período, que es la antesala de una serie de movimientos separatistas, que culminarían con la gesta de los conspiradores, que luego fueron llamados próceres de la patria.
Para algunos conocedores de la historia fue más que un grito. Fue la decisión oportuna y la unidad del pueblo santeño de la Villa de Los Santos, impregnado de sentimiento de solidaridad e ideología patriótica.
Situación expresada con el surgimiento de la figura de Rufina Alfaro, más que una simple heroína, su papel es crucial como la primera mujer en destacarse en terreno santeño, cuya información de número de armas y movimiento de la guarnición realista acantonada en suelo villano,permitió encontrar el espacio y el momento oportuno coherente con las aspiraciones de emancipadores como Segundo Villarreal, para desarmar liberar a los presos políticos y tomar el cuartel español, que laceraba y hería profundamente los sentimientos nacionalistas de ese pueblo y de todo el istmo.
Corresponden a ese llamado de independencia; Las Tablas, Ocú, Las Minas, Natá de los Caballeros entre otros. Esta acción patriótica culmina no solo con un grito inicial, sino con la independencia de la Villa de Los Santos el 28 de noviembre de 1821, donde dijimos no al yugo español. Creando las bases para la independencia total el 28 de noviembre de ese mismo año. Para luego ampararnos en el proyecto de la soñada América del libertador Bolívar.
Lo que pudo haber sido un factor decisivo y vinculante, que aceleró en parte el origen de esta independencia, fue la crisis económica profunda desde mediados del siglo XVIII, que experimentó esa región. La toma de la guarnición por parte de los independentistas, significó también la liberación de quienes se oponían al régimen español por cuya oposición fueron hechos presos políticos.
Este grito de independencia sentó las bases y la expansión de la identidad nacional, que coexiste con la ideología del ‘SER PANAMEÑO’ de ese momento del ahora y siempre.
No se trata de si Rufina existió o no, lo que se trata es de un hecho histórico real, que define profundamente con consecuencia contagiosa y diversificante a la nación panameña. Consecuencias de ideas liberales, que definen y liberan a todo un pueblo. Este acontecimiento va más allá de un simple artículo de historia con cronología y espacio geográfico. Este hecho ha perdurado en la memoria histórica, que hoy consolida aún más el sentido de pertenencia cuya imposición e influencia tecnológica, propiciada por un sector con aspiraciones e intereses diferentes nos quiere arrancar de nuestra mente y alma.
Jamás una máquina se llenará de tanta emoción, júbilo y sentimiento como lo sintieron los santeños de aquel entonces.
Siempre y nunca se les olvide, que el 10 de noviembre de 1821 es más que un grito de independencia; es el impulso vital, que sentó los pilares de los acontecimientos históricos posteriores, que conformaron dentro del proceso de maduración de la nación. La república de Panamá.
Cualquier criterio de diferenciación, en cuanto a la existencia o no de la propia Rufina Alfaro se ha tomado como relevante debido a que pretendemos ilustrar y explicar lo que significó este acontecimiento con sus consecuencias al día de hoy, a las generaciones presentes y futuras.
Una de sus consecuencias fue acordar unirnos voluntariamente a los colombianos, lo que a futuro desencadenó el famoso centralismo colombiano y la situación socioeconómica deplorable y de miseria, entre otras cuya consecuencia produjo el acto de separación del 3 de noviembre de 1903.
