Por: Marcos Castillo Pérez
Salimos de Bali y tras más de cinco horas de vuelo llegamos a Hanói, la capital de Vietnam, una vibrante metrópoli con poco más de 9 millones de habitantes, una ciudad impresionante con interesantes contrastes, un intenso tráfico de motocicletas, con una mezcla de arquitectura colonial francesa, modernos rascacielos y milenarias pagodas. Hanói fue la capital de la Indochina francesa desde 1887 y en 1940 fue ocupada por los japoneses durante la segunda guerra mundial hasta 1945 cuando estos fueron expulsados y Vietnam logró su independencia. En Hanói se nos unieron al tour; Fabiola una simpática e inquieta mejicana, aficionada a las compras, y Freddy, un colombiano que vive entre Nueva York y su natal Medellín y que nos mantuvo entretenidos y nos hizo reír con sus ocurrencias y su sentido del humor paisa.

A lo largo de su historia de miles de años, Vietnam ha tenido varias capitales, una de ellas Hoa Lu, que lo fue en el siglo X, y que está ubicada en la provincia de Ninh Binh. En la visita a esta ciudad subimos a la cueva Mua, en la montaña Ngoa Long, donde se disfruta de una vista panorámica. Esta ruta está construida según la arquitectura de la Gran Muralla China, con casi 500 escalones de piedra, es un recorrido exigente pero que al llegar a la cima recompensa con unas vistas panorámicas fascinantes, posteriormente, nos trasladamos a la zona de Tam Coc para realizar un paseo en botes de remo, durante el cual atravesamos varias cuevas, el tour finalizó ese día en la pequeña pagoda de Bich Dong situada en medio de la montaña. Un lugar espectacular que invita a la observación y a la meditación consigo mismo.

La siguiente experiencia en tierras vietnamita fue en la deslumbrante bahía de Halong y sus formaciones rocosas que son una suerte de barrera de protección natural, este conjunto que alberga dos mil islotes es reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1994 y considerada una de las Nuevas Siete Maravillas del Mundo Natural. Para recorrerla se requiere embarcarse en un crucero para apreciar durante el día, la tarde y la noche todo el esplendor de su belleza. De regreso a Hanói experimenté un divertido paseo en triciclo por el casco antiguo de la ciudad y sus apretadas calles, donde pude apreciar la laboriosidad de los vietnamitas así como su gentileza y amabilidad.
También tuve la oportunidad de visitar el mausoleo de Ho Chi Minh, lugar que permite reconocer la admiración del pueblo de Vietnam por el fundador de la patria y líder de las luchas de liberación del pueblo vietnamita contra las ocupaciones de los franceses, los japoneses y los estadounidenses. Muy cerca de allí se encuentra el Templo de la Literatura conocido como la primera Universidad de Vietnam, un lugar impresionante que rinde tributo a la sabiduría y que se ha convertido en uno de los lugares más visitados de Hanói.
De Hanoi me trasladé a la ciudad de Hue, que en el pasado fue la capital imperial del país durante los tiempos de la monarquía, Hue combina historia, cultura y hermosos paisajes, allí se encuentra la ciudadela imperial, un complejo que alberga palacios, tumbas reales y templos, el recorrido de esta ciudad amurallada permite conocer una interesante época de la historia del país. La ciudad de Hue destaca también por su gastronomía, de allí procede la famosa sopa Bún Bó Hué, símbolo de la cocina vietnamita hecha a base de fideos, acompañado de verduras y huevo y con aroma a hierva de limón. Muy cerca de allí está el pueblo de incienso tradicional de Thuy Xuan donde pude apreciar cómo se elaboran los inciensos, un fino trabajo que realizan familias en la parte frontal de sus casas y lo que me resultó toda una experiencia.
De la imperial Hue, salimos para Hoi An, que fue un importante puerto comercial de Asia en los siglos XVII y XVIII y cuya arquitectura y relajado estilo de vida ha cambiado poco en los últimos años, en un restaurante de esta ciudad fui atendido por un amable vietnamita que había conocido Panamá y que se interesó por saber cuánto había cambiado el país luego de la recuperación del canal. Para un aficionado a los mariscos como yo, Hoi An resultó un magnífico lugar ya que pude degustar un rico pescado preparado con las aromáticas especias orientales. Además Hoi An tiene un bellísimo casco antiguo, un puente japonés de mas de 400 años de antigüedad, un templo chino, y casas con arquitectura tradicional. A diferencia de Hanói en la ciudad de Hoi An la vida transcurre con mayor tranquilidad.
Por su parte, Da Nang es una moderna ciudad costera que me sorprendió por sus divertidas atracciones como el Puente del Dragón, el Ba Na Hills y el Puente Dorado, para llegar a este último hay que subir varias escaleras eléctricas y luego montar un teleférico que te eleva a través de montañas donde nacen imponentes cascadas, al llegar a la cima te encuentras con el majestuoso puente peatonal que es sostenido por dos gigantescas manos de concreto y cuyo diseño es único en el mundo, el lugar se ha convertido en un sitio favorito para los turistas que forman largas colas para tomarse una fotografía. Muy cerca de allí hay una enorme figura de un buda en la parte alta de un templo y que es muy visitado por los vietnamitas quienes mayoritariamente practican el budismo.
El tour por Hoi An y tierras vietnamitas lo cerramos en un lugar conocido como Coconut Jungle, un paseo en botes redondos llamados cestas de coco que resultó una divertida aventura con un toque de adrenalina, los diestros boteros vietnamitas con un peculiar sentido del humor, se bamboleaban en unos botes redondos al ritmo de la afamada canción, Gangnam Style del grupo coreano PSY, mientras sus pasajeros nos aferrábamos a la pequeña embarcación, temerosos de caer al rio. Este viaje a Vietnam superó mis expectativas, el país resultó un destino económico, con una oferta gastronómica variada y exquisita, un trato amable y atento además de ofrecer muchas facilidades para los turistas.
Nuestro guía Vietnamita Ethian nos cuenta que una figura central de la historia de Vietnam es Ho Chi Minh, un líder revolucionario, fundador del Partido Comunista de Indochina y quien lideró la lucha armada para la independencia de Vietnam del imperio francés, la expulsión de los invasores japoneses durante la segunda guerra mundial y posteriormente enfrentó y también derrotó al ejército de los Estados Unidos durante la guerra civil del país. La historia de Vietnam es una cronología de luchas heroicas de un pueblo aguerrido que expulsó de su territorio a tres imperios y luchó decididamente por su reunificación.
Tras la destrucción ocasionada por los constantes bombardeos del ejército de los Estados Unidos que dejó caer sobre suelo vietnamita mas de 7 millones de toneladas de bombas que mataron a mas de 3 millones de personas entre soldados y civiles, los comunistas del Vit Cong lograron reunificar el país y desde 1975 a la fecha la República Socialista de Vietnam no ha dejado de experimentar transformaciones, que lo han llevado de ser, un país devastado por la guerra a convertirse en una de las economías más dinámicas y desarrolladas de la región, superando a otros países con economías capitalistas.
Desde 1989 cuando se lanzó el Do Moi, un programa de renovación y reformas integrales impulsado por el Partido Comunista de Vietnam se ha logrado transformar la economía y convertir a Vietnam en un modelo de desarrollo económico y social para Asia oriental. El pujante desarrollo del país es notorio y la reducción de los niveles de pobreza son impresionantes, sin duda volveré a Vietnam para conocer otros lugares de un país que avanza a pasos agigantados y que tiene muchísimo que ofrecer a los visitantes. Estoy seguro que quien visite Vietnam quedará con ganas de regresar.
El autor es comunicador social