José Edwin Sánchez
Especial para El Digital Panamá
Hace 25 años partió al encuentro con el Señor, el “Tigre de la Candelaria” Victorio Vergara, uno de los músicos emblemáticos del país.
Perdió la batalla ante un derrame cerebral sufrido la noche del sábado 18 de julio de 1998, cuando su público lo esperaba en el Club La Unión de La Chorrera.
La noche anterior (17 de julio), amenizó su último baile en el ya, desaparecido Jardín La Parra en Juan Díaz, junto a los colegas Jorge Olmos (QEPD) y Crispin Chavarria, luego de la jornada laboral en la sección de Deportes del diario Crítica, fuimos a dar la vuelta por allá, sin imaginar que seríamos testigos de la última presentación de “El Mandamas”, como también se le decía.
Luego de 25 años de su desaparición, su legado en la música se mantiene vigente y las nuevas generaciones, aunque no lo conocieron físicamente, don testigos de su calidad artística.
Victorio se distinguió por su profesionalidad y don de gente, era una persona que le gustaba cumplir sus compromisos y esraba pendiente de lo que acontecía en el conjunto.
Su partido causa dolor en una gran parte del país, donde mucha gente le seguía en cada una de las presentaciones.
Por eso hoy, 25 años de su partida, el legado musical se mantiene vigente.