Por: Tatiana Robles
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) se ha convertido en la tercera causa de muerte a nivel global, pero que aún recibe poca atención. Esta condición afecta a millones de personas en todo el mundo, sin discriminar por estratos socioeconómicos, y se cobra alrededor de 3 millones de vidas al año.
La EPOC es un trastorno pulmonar progresiva e irreversible que obstruye el flujo de aire en los pulmones. Su principal causa es la exposición prolongada a gases irritantes, como el humo del cigarrillo, pero también puede desarrollarse en pacientes asmáticos, por predisposiciones genéticas o por problemas en el desarrollo pulmonar durante la infancia. Los síntomas son devastadores: dificultad para respirar, tos crónica, opresión en el pecho, sibilancias, fatiga, pérdida de peso involuntaria e infecciones respiratorias recurrentes.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la incidencia de EPOC ha aumentado en América Latina, con 212 millones de casos reportados, siendo más común entre hombres y personas de edad avanzada. Alarmantemente, uno de cada cinco pacientes fallece dentro del primer año después de su hospitalización, lo que subraya el impacto grave de esta enfermedad en la calidad de vida y el bienestar emocional de quienes la padecen.
El doctor Raúl Jiménez, especialista en medicina interna y neumología, recomienda la consulta médica inmediata ante la aparición de síntomas, para facilitar una detección temprana y referencia a un especialista. Aunque no existe cura para el EPOC, el Dr. Jiménez subraya que hay tratamientos disponibles que pueden aliviar los síntomas y ralentizar la progresión de la enfermedad, mejorando la calidad de vida de los pacientes.