Ante el evidente rol que deben ejercer las empresas en función a los desafíos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) para reforzar su compromiso con la sostenibilidad y la competitividad a futuro, LLYC, firma consultora en comunicaciones estratégicas desarrolló el informe 10 Retos de la ESG en un Mundo Convulso.
Este informe, que proviene del análisis de 11.5 millones de mensajes en Twitter relacionados con ESG en España entre mayo de 2019 y junio de 2022, permite entender la evolución, prioridades y carencias en estos ámbitos y destaca aquellos retos y oportunidades que sirven como punto de partida para que las organizaciones cuenten con soluciones eficaces que le permitan progresar en sus contribuciones al desarrollo sostenible.
A continuación, se comparten los 10 principales retos a los que se enfrentarán las organizaciones y que han sido evidenciados por el informe:
Más esfuerzo: Las empresas pueden hacer un mayor esfuerzo para que la sostenibilidad conecte con la ciudadanía y para ello deben pegarse más a su contexto cotidiano, a lo cercano y a la actualidad. Solo así se sensibiliza y mueve a la acción.
Lenguaje Común: Las empresas pueden beneficiarse de utilizar un lenguaje sencillo, que aclare los conceptos a veces muy técnicos de la sostenibilidad y buscar los marcos que ya tienen más consenso, como la Agenda 2030 y el concepto ESG en sector empresarial, insistiendo en los conceptos clave y en remarcar la triple dimensión ambiental, social y de buen gobierno.
Legalidad: Debe existir un marco legal estable e igual para todas las empresas, pero siempre buscar los valores y el fondo y no quedarse en el cumplimiento formal.
Estandarización: Debería tenderse a una estandarización de métricas a nivel global, transparencia y datos compartidos. Y también impulsar métricas para avanzar hacia la medición del impacto y la recompensa. Desde las empresas puede estimularse el debate sobre esta necesidad y aportar al desarrollo de esas métricas del futuro.
Reconocimiento desde lo público: La administración pública puede y debe premiar a los mejores y castigar a los peores a través de mecanismos que permitan lograr disminuir la presencia de quienes actúen en contra del Estado.
Alianzas: Un futuro sostenible solo es posible cuando se involucren todos y por ello se deben crear cada vez más alianzas de colaboración público-privada-social. Las empresas tienen un gran rol en este desafío de la sostenibilidad, pero no pueden lograrlo solas.
Incentivos: Las empresas deben poder tener la oportunidad de incorporar incentivos ligados a la ESG, pero siempre desde un enfoque estratégico y centrado en el impacto en los grupos de interés, no en un mero indicador de desempeño.
Aspecto social: Las empresas tienen un campo de mejora en los aspectos sociales, ya que tienden a focalizarse en lo medioambiental. Lo medioambiental es la locomotora que tira del tren de la sostenibilidad, pero lo social es imprescindible para lograr el cambio.
Suministros: Otro gran desafío para las empresas es trabajar con sus cadenas de suministros para aportar valor real e impulsar la sostenibilidad y los impactos positivos en la ciudadanía.
Formación: La formación es un gran aliado para las empresas, como mejor vía para lograr crear una cultura sostenible en todos los niveles. Esta formación debe incluir a los máximos líderes de las empresas porque su visión y empuje es imprescindible para avanzar en los compromisos ambientales, sociales y de buen gobierno.