Por: Alfonso Fraguela
Hace 7 días Panamá entero, quedó congelado al conocerse del accidente ocurrido en Gualaca y donde los afectados eran personas de diversas nacionalidades, que ingresaron al territorio panameño.
Se supo de manera oficial que las personas que viajaban en ese bus eran personas que entraron a Panamá, sin cumplir las normas migratorias de nuestro país.
Por tal motivo, desde su arribo, fue competencia del Ministerio de Seguridad y de las Instituciones ligadas a la materia, como el Servicio Nacional de Migración.
Lo cierto, es que se maneja mucha especulación sobre este accidente que pasa a ser considerado el más importante de la historia.
Estos ciudadanos ingresaron al territorio nacional sin cumplir las normas migratoria vigentes, lo que los convierte automáticamente en ilegales, y si tienen esta condición debieron emplearse los protocolos seguidos para ocasionar la repatración inmediata a cada país de donde son oriundos.
En otras palabras la Dirección del Servicio Nacional de Migración debió liderar ese proceso de retorno de cada cual, sin embargo la gran sorpresa es que fueron trasladados en buses privados a lugares -albergues- para atender a estas personas en lugares cercanos a la frontera.
Este hecho tuvo un impacto a nivel internacional llamando la atención de autoridades de las Naciones Unidas, de Derechos Humanos y hasta el Papa Francisco. Colocándose en el primer lugar de los titulares en las principales cadenas noticiosas del mundo.
¿Qué pasará ahora? es la gran interrogante. ¿Panamá será solidariamente responsable por este hecho?, ¿veremos demandas millonarias, como consecuencia de lo ocurrido?. Estos son enigmas que nos llevan a reflexionar sobre ello.
Lo que es irrefutable es que desde que esas personas ponen el pie en nuestro país, somos responsables por lo que les ocurra. Más cuando el incidente se desarrolla durante el traslado a un lugar para recibirlos y atenderlos por parte de Panamá.
Hay muchas dudas, que no dejan claro lo ocurrido, por tal razón dejan abierta la puerta a todo tipo de especulaciones que deben ser disipadas, ya que nos encontramos en boca de la comunidad internacional, con un incidente sin claras explicaciones.
El Ministerio Público, hizo lo propio, designando a una serie de fiscales para llevar adelante las investigaciones y conocer de primera mano el nombre y la nacionalidad de las personas fallecidas.
Suponemos que luego de realizadas todas las explicaciones, las dependencias públicas conjuntamente con el Ministerio Público deberán emitir un comunicado conjunto, que oriente de mejor manera a los asociados y a la comunidad internacional.