Autor: Luis Montero
Ya se hace necesario que en Panamá iniciemos la discusión sobre los objetivos, las características, el sentido de la sociedad que estamos construyendo. Y es que la sociedad cambia, pero tenemos poca reflexión y menos conocimiento de adonde nos llevan estos cambios. A partir de ello no podemos planear y diseñar la sociedad que queremos. Nada aquí tiene sentido humano, solo sentido económico y en relación con los intereses de unos pocos que, según los cánones del liberalismo, nos llevan a los demás “hacia una vida mejor”. Pero la realidad de nuestra sociedad nos dice que esta máxima no se está cumpliendo.
Nosotros proponemos que se inicien en distintos escenarios estas discusiones. En ellas sin duda habrá que incorporar la reflexión ética. Seria, pues una “Ética de la construcción social” que tocaría tierra mirando cómo están construidas nuestras sociedades –en este caso la sociedad panameña-sus culturas y subculturas, la interacción de los estratos sociales, la institucionalidad, etc. Por supuesto, no se trata de la usurpación del objeto de estudio de la sociología, la psicología social, la antropología u otras ciencias sociales (aunque sin duda habría que extraer de estas disciplinas sus aportes); sino de valorar la sociedad que está construida o que estamos construyendo desde un enfoque ético, para mejorarla y orientarla realmente hacia los ideales humanos que, por su puesto, debemos consensuar previamente. Se trata de debatir éticamente si estamos construyendo la sociedad, no tanto que queramos individualmente, sino que necesitamos colectivamente bajo el parámetro inicial de “vivir con dignidad”.
Si bien no es nuestra misión ahora desarrollar el perfil, los métodos y objetivos de la “Ética de la construcción social”, lo cual tendremos que hacer pronto,
si es preciso que la definamos como una aplicación como lo es, por ejemplo, la Deontología entendida está como un debate sobre la ética en las profesiones.
El concepto de “construcciones sociales” tiene un sentido amplio, abarca instituciones, organizaciones, sistemas ideológicos aplicados, etc. Estas construcciones sociales tienen un devenir dialéctico cuya esencia es el cambio, pero cuyos objetivos y eficiencia hacia el cumplimiento de su finalidad debe debatirse permanentemente en la medida que ellas tiendan a desviarse, interactuar con otras construcciones o adaptarse a la realidad sin corromperse.
Para el juicio sobre las instituciones, la “ética de la construcción social” requiere la definición de sus instrumentos, su lenguaje y sus misiones de trabajo. Dos poderosas instrumentos de esta ética aplicada serían las nociones de “cumplimiento” y “corrupción”.
La herramienta de cumplimiento analizaría las fortalezas y las debilidades, los logros, alcances y el déficit de las instituciones con relación al cumplimiento de sus objetivos sociales y éticos.
La herramienta de corrección analizada las causas, las circunstancias y los mecanismos que desnaturalizan, desvían, dañan y hasta descomponen la institución inhabilitándola para el cumplimiento de sus objetivos sociales y áticos.
La ética de la construcción social se plantearía las tareas de descubrir él ¿Por qué no funcionan las instituciones y organizaciones hacia el cumplimiento de los objetivos y fines sociales y áticos?
Preguntas aplicadas de esta Ética de las construcciones sociales” serían, por ejemplo.
¿Por qué si estamos comprometidos como país con el trabajo digno se mantienen los mismos niveles de trabajo informal y no existe la institucionalidad para solucionar esto?
¿Por qué si estamos comprometidos como país con que todos los niños en edad escolar estén en la escuela hay 205 mil niños que no lo están y no existe la institucionalidad para solucionar esto?
¿Por qué si estamos comprometidos como país a mantener un sistema penitenciario moderno, garante de los derechos humanos (entre ellos el fundamental que es el derecho a la vida) y resocializador tenemos centros de reclusión en que nada de esto está garantizado y apenas se aplican unas pocas políticas de resocialización?
¿Por qué si estamos comprometidos como país a proteger la naturaleza en sus distintos escenarios y componentes mantenemos la minería de cielo abierto?
¿Por qué si estamos comprometidos como país en acabar con la pobreza y a pesar de haber vivido una época de gran bonanza, hay todavía aquí 788 mil pobres que son casi la quinta parte de la población del país?
¿Quiénes y cómo están involucrados los actores responsables en el cumplimiento de los fines y objetivos de las políticas públicas en las distintas instituciones oficiales y privadas y cuál es su desempeño ético?
La “ética de las construcciones sociales” emergería como una aplicación de la ética observante, dubitativa investigadora fiscalizadora y denunciante que visibilizaría problemas de los que nadie se ocupa, pero que son vitales para el avance de nuestra sociedad.