La fertilidad de la mujer se ve afectada a medida que avanza en edad y es que a partir de los 35 años tanto la calidad como la cantidad de óvulos desciende. Es así como del 14% de pacientes que acuden a IVI Panamá por atención de fertilidad recurren a la ovodonación como tratamiento de reproducción asistida.
Este tratamiento ayuda a aquellas mujeres que tienen dificultades para utilizar sus propios óvulos. La ovodonación permite concebir mediante un óvulo donado y el espermatozoide de su pareja o puede darse el caso que se requiera del uso del banco de semen con el que también cuenta IVI.
Pero ¿En qué casos está indicado este tratamiento? el Doctor Saúl Barrera, director de IVI Panamá, indica que las pacientes pueden acudir a un banco de óvulos bajo los siguientes parámetros:
· Tener más de 35 años, ya que la calidad y la cantidad de óvulos van desmejorando a partir de esta edad.
· Debe haber tenido fallo ovárico por menopausia, fallo ovárico precoz o cirugía ovárica.
· No poder recurrir a sus propios gametos, por mala calidad o por enfermedades hereditarias que no pueden ser detectadas por técnicas de PGT-A.
· Si hubo tenido fallos repetidos en Fecundación in Vitro.
¿Y cómo es el proceso?
La donación de óvulos surge de la acción voluntaria de una mujer al donar sus ovocitos de forma altruista para una paciente que no puede utilizar los suyos propios. Tanto la donante como la paciente receptora del óvulo recibirán un tratamiento de preparación. Hay que recalcar que en ningún momento del proceso ambas mujeres se conocen.
“Para ser donante primero debe cumplir con ciertos requisitos como tener entre 18 y 27 años recién cumplidos, estatura mayor a 1.57 metros, residir próximos a la clínica, por supuesto, no tener enfermedades genéticas familiares, índice de masa corporal entre 18 y 26, no tener enfermedades de transmisión sexual o hereditarias y gozar de plena salud”, agrega Barrera.
Pasado este filtro, IVI someterá a la donante a un proceso de estimulación ovárica para poder extraer sus óvulos que posteriormente se fertilizaran en el laboratorio, de manera in vitro con el semen de la pareja receptora o del banco de semen, en caso de ser una mujer soltera. Por su parte, la paciente receptora recibirá un tratamiento para preparar el endometrio previo a la transferencia de los embriones.
Cabe resaltar que existe el 71% probabilidad de embarazo en la primera transferencia y esta es la más alta comparada con otros tratamientos de reproducción asistida. Esto se debe a la calidad del óvulo, ya que estos están especialmente seleccionados. Las pacientes que no consiguen el embarazo suelen ser por problemas adicionales en el útero, alguna patología o malformación que hace que el éxito sea menor. Tras el tercer intento un 95% de las pacientes atendidas han conseguido quedar embarazadas.
La epigenética de la ovodonación
Otro de las grandes interrogantes en el procedimiento de ovodonación es el parecido que puede tener la madre con su futuro hijo, el doctor Barrera explica que “Durante el embarazo, a través del intercambio de fluido se llevan distintas moléculas y distintos genes que se van a integrar al ADN del bebé, formando un nuevo epigenoma, por esta razón la mujer gestante juega un papel importante y fundamental en el ADN del bebé y por eso es que se van a heredar distintas características de ella desde el punto de vista de salud en general y también psicológicas ”.
Y es que diferentes estudios científicos sugieren que existe comunicación entre el vientre materno y el bebé y esta es capaz de modular cómo se expresa su información genética, provenga de donde provenga el óvulo. De este modo se puede concluir que el ambiente uterino que una mujer embarazada a su bebé durante la gestación modifica e influye de forma inevitable en la información genética de ese bebé.