Este martes, millones de estadounidenses se han acercado a los centros de votación en una elección clave que definirá el futuro de la nación, decidiendo entre la candidata demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump. Estas elecciones no solo renovarán la presidencia, sino que también determinarán el control del Congreso, pues se eligen 34 escaños en el Senado y los 435 de la Cámara de Representantes. La participación temprana ha sido significativa, con más de 80 millones de votos emitidos antes del día de hoy, en una elección que marca uno de los momentos más polarizados de la política estadounidense.
Ambos candidatos han centrado sus campañas en temas que dividen profundamente al electorado, tales como la economía, la inflación, y la inmigración. Harris propone un enfoque económico que favorezca a la clase media y políticas migratorias que incluyan reformas bipartidistas, mientras Trump apuesta por recortes fiscales y una política migratoria de mano dura. La Generación Z, con 8 millones de nuevos votantes, ha jugado un rol clave, especialmente influenciada por redes como TikTok, que ha permitido a muchos jóvenes conocer más sobre los candidatos y sus propuestas. Además, la situación en Oriente Medio y el apoyo de EE. UU. a Israel han sido puntos álgidos en esta campaña, captando la atención de los votantes de todo el país.
El resultado de esta elección no solo definirá la política interna estadounidense, sino que también tendrá repercusiones en la escena global, especialmente en temas de relaciones internacionales y conflictos actuales.