Por Querube Rodríguez Morán
Han pasado 4 años tras la terrible pandemia, un suceso que nos dejó marcas emocionales y económicas.
Muchas cosas pasaron por nuestras mentes, como que va a hacer de nosotros, esto es una prueba divina, tendremos que cambiar nuestra forma de vivir la vida, tomar una pausa.
Estas y otras preguntas fueron nuestro tema día a día, como también la perdida de un trabajo estable hasta la perdida de nuestro yo.
Si, nuestro control emocional, llámese entusiasmo, ganas de salir adelante o luchar por la vida.
Vida, aire, suelo, flor, fruta, semilla, como las plantas seres vivos, que viven y dan vida, son sustento o comida que nos proporciona el suelo que pisamos sin dejar a Dios fuera de escena.
Nuestro jardín, patio, terraza o como quisiéramos llamarle es nuestro primer recurso para empezar un huerto casero.
En potes, vasijas, tanque que nos servirán de suelo para nuestras siembras.
No necesitamos extensas zonas para sembrar, un rincón de la casa será suficiente, para aquel planta de papaya que podemos conseguir sus semillas de la fruta que compramos en el supermercado, solo basta el envase lo suficiente mente grande y hondo para la siembra pocas rocas como nutriente y sobre todo buen riego y cuido, un árbol de guandú es perfecto también, puedes sembrar culantro, ajíes, hierbas aromáticas, ruda , hierbabuena, inclusive tomates Cherry, no te limites en lo que deseas cosechar solo basta las ganas y el poder de seguir, esto no lo te beneficiará en lo económico, sino tu confianza, alegría se verán reflejas con esta actividad.