La Sexta División del Ejército Nacional de Colombia en conjunto con la Armada de ese país incautaron y posterior destruyeron de forma controlada 1150 kilogramos de explosivos tipo Anfo en la zona conocida como vereda Bajo Amaron, en el municipio de San Miguel, departamento de Putumayo.
La operación se desarrolló gracias a información de inteligencia suministrada por la institución naval que permitió a las tropas de la Vigésima Séptima Brigada llegar hasta el lugar donde se ubicó un depósito ilegal con el material explosivo, que presuntamente pertenecería al Grupo Armado Organizado residual Estructura 48 (GAOr -E48), los denominados Comandos de Frontera.
De acuerdo con información suministrada por los organismos de inteligencia, este material sería usado para atentar en contra la infraestructura del estado y de los miembros de la Fuerza Pública que hacen presencia en el sector. Este material explosivo tenía un valor aproximado de más de 10 millones de pesos en el mercado nacional. Durante la operación no se presentaron capturas.