Como resultado de las conversaciones diplomáticas entre Panamá, Nicaragua y Costa Rica, se logra un acuerdo de salida para el grupo de 1,180 nicaragüenses que se mantenían en la terminal de Albrook, exigiendo retirarse de Panamá.
Aunque no podrán abandonar Panamá todos a la vez, se acordó y coordinó el traslado, en 30 buses, hacia la Provincia de Chiriquí, donde permanecerán a la espera de los procedimientos migratorios y respectivas aprobaciones de su país, Nicaragua, como de Costa Rica para el flujo por su territorio.
El procedimiento migratorio se mantiene en grupos de hasta 100 personas, tal cual lo dictaminó el gobierno de Nicaragua, y se le dará prioridad de salida a los niños, mujeres, adultos mayores y personas con alguna condición de cuidado.
Las autoridades panameñas advierten que no se permitirán nuevas escaramuzas o actividades como éstas, por ser un atentado contra la salud pública.
Quienes insistan en fomentar este tipo de actos serán sometidos a las leyes panameñas, especialmente las que aplican por la situación de salud, generada por la pandemia del Covid19.