La Defensoría del Pueblo recibió este miércoles la visita de la Asociación de Afrodescendientes y la Comunidad Rastafari de Panamá, quienes expusieron que estudiantes de sector oficial son víctimas de bullying y discriminación racial, por ende, instamos a la población educativa a ser tolerantes unos con los otros, combatir el racismo en todas sus manifestaciones.
Requerimos que el Meduca adopte de inmediato medidas administrativas más estrictas contra la discriminación; mejorar la calidad y el acceso a la educación a favor de los niños, niñas y adolescentes.
Las instituciones debemos de fortalecer todas las medidas para poner alto a la discriminación que afecta a los afrodescendientes, pueblos indígenas, personas viviendo con VIH, migrantes, refugiados y a la comunidad LGBTIQ+.
A su vez es imperante que desde nuestros hogares enseñemos a los niños a combatir la discriminación, xenofobia, la intolerancia y el odio.
El Estado debe mantener liderazgos sostenidos y el compromiso de las instituciones de gobierno; pero de igual modo, requiere de involucramiento de todas las personas.
Ante esta situación, la Defensoría del Pueblo procedió a abrir una queja de oficio contra tres centros educativos del sector estatal, luego de una inspección y acompañamiento a dos escuelas donde incluso una directora de un plantel agredió física y verbalmente a un funcionario de la entidad de derechos humanos.
Según los principios de París las actuaciones de las Instituciones Nacionales de Derechos Humanos (INDH) son independientes, autónomas y libres de cualquier amenaza, una agresión a un funcionario puede ser considerado una violación a dichos principios.
La Declaración Universal de Derechos Humanos establece que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y que toda persona tiene derecho a todos los derechos y libertades proclamados en ella, sin distinción alguna.