Por: Alfonso Fraguela
En los últimos tiempos hemos venido, escuchando el incremento de la criminalidad, como un problema recurrente y fuera de control.
Los reportes noticiosos siguen registrando hechos de sangre, que aunque parecen realizados entre bandas rivales, peleando un territorio, ese territorio o escenario es donde diariamente personas que no tienen nada que ver con ellos, nos obligan a tener que exponernos a ellos.
Centros comerciales, lugares públicos donde ciudadanos normales acudimos con nuestras familias, somos obligados a tener que estar atentos, para evitar ser víctimas del atraco o de los crímenes.
Pero ¿qué hacen las autoridades, para tratar de erradicar el problema social? Esa es la pregunta que nos hacemos diariamente.
¿El sistema de justicia nos acompaña, o simplemente colapso? ¿Los diputados han creado leyes que logren disuadir o por lo menos detener por breves segundos al delincuente de las sanciones que se les aplicaría por cometer un delito? La respuesta es no y otra vez no.
La revisión de las normas penales, incluyendo que incluyera la cadena perpetua o hasta la reforma constitucional que dé vida a la pena capital, son consideradas por la sociedad cuando la víctima es una persona cercana.
Las cárceles en nuestro país, deben ser los lugares donde se cumplen las sanciones impuestas por las autoridades y además se ejecuten actos destinados a resocializar al detenido.
Actualmente, los centros penitenciarios son depósitos humanos, que sirven para separar de la sociedad a quienes no pueden vivir en ella, cumpliendo normas sociales institucionalizadas, por años que exigen su respeto.
Ahora nos encontramos en medio de actividades políticas, que obligan a quienes aspiran dirigir el país a presentar propuestas novedosas, firmes e inquebrantables que solucionen este problema endémico de nunca acabar.
Lo cierto, es que estos tipos de casos y de problemas sociales son los que hacen necesarios que los tres poderes del Estado (El Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial) colaboren entre sí armónicamente, como señala la Constitución Política, y brinden soluciones reales a problemas reales.
Dotar de Leyes, crear Infraestructuras, y poner en ejecución un sistema dinámico, simultáneamente, son los primeros pasos en busca de un resultado para apalear a la Criminalidad.
