Iniciar una relación con una mujer divorciada implica desafíos y muy pocas oportunidades, dependiendo de las circunstancias de su divorcio, su proceso de sanación y las expectativas que ambos tengan.
Por lo antes dicho evito tener una relación más profunda con mujeres divorciadas, debido a que por lo regular su pasado sigue pesando.
Esta historia comienza un fin de semana que fui a la playa con Irma. Nos quedamos en una cabaña en Farallón.
La mañana del sábado me levante temprano, con ganas de salir del lugar, ya que descubrí que Irma pretendía llevarme a su casa y presentarme a su familia, el tema es que ella tiene 23.
Salí a caminar por la playa cuando vi aparecer entre los arbustos que hay cerca de una escalera de acceso de acceso a la playa a una mujer.
La mujer tenía un cuerpo de modelo, llevaba el pelo recogido, una camiseta negra, unos shorts, que le tapaban poco más que los glúteos y unas sandalias blancas. Ella no notó mi presencia como era temprano se bajó el short para orinar antes de que lo hiciera se dio cuenta de que estaba allí.
Se subió la ropa rápido no sin antes insultarme. Regrese donde Irma a desayunar.
Al llegar a la cabaña Irma jugaba con una niña. Casi a la par de mi llegada la mujer de la playa grito Karen que haces aquí.
Fue demasiado incómodo y aún más porque la niña no se quería ir, ya que le gustaba jugar con Irma.
La mujer se presentó: “Me llamó Zuleyka, disculpen a mi hija”. Irma estaba muy contenta.
Zuleyka me dijo eres un sátiro, notó la diferencia de edad que había entre Irma y yo. Pasaron las horas al atardecer Irma y yo comenzamos a tomar vino.
Como estábamos solos hicimos el amor en el piso de la cabaña. De pronto sentí que alguien nos miraba, al alzar la cabeza vi a Zuleyka observándonos.
Como si fuera poco, tocó la puerta y entró traiga una botella de vino. A media velada comenzó a servirnos shot de tequila, en la segunda ronda Irma se quedó dormida.
De pronto dijo que algún bicho la había picado, se sacó el pezón con el pretexto de rascárselo. Al observarla vi que tenía el zíper abajo también.
Solo le faltaba decir cógeme…
