Por: Marcos Castillo Pérez
Dejamos la histórica y serenísima ciudad vietnamita de Hoi An y un vuelo de una hora y 15 minutos nos trajo a Siem Reap, la ciudad mas famosa del Reino de Camboya donde se encuentra el templo de Angkor Wat, la mayor estructura religiosa que se haya construido en el mundo y una joya arquitectónica declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1992. Este monumental complejo es visitado por cerca de 3 millones de personas cada año.

En nuestro recorrido visitamos los templos de Banteay Srey y Banteay Samre. Banteay Srey está a una media hora de camino desde Siem Reap, y allí se encuentra uno de los templos más especiales de Angkor. Fue construido en piedra arenisca rojiza, con una decoración muy elaborada en altorrelieve, mientras en Banteay Samre nos encontramos un templo que fue construido en los últimos años del siglo XII. Sin duda Angkor Wat es una obra maestra de la arquitectura universal, se construyó entre el siglo IX y el siglo XIII durante el apogeo de la civilización Khmer (Jemer). Cuenta con casi 81 hectáreas y es el templo hindú más grande de los existentes en todo el mundo. La silueta de las torres de Angkor Wat es el escudo de Camboya y se encuentra en su bandera nacional.

Un recorrido en los llamativos tuk-tuk, unas motocicletas modificadas, permiten observar con mayor facilidad desde el exterior de Angkor Thom, conocida como la Gran Ciudad, es un templo dedicado al budismo que se compone de 54 grandes torres y de 216 caras de Avalokitesvara (el señor de la mirada hacia abajo), es uno de los monumentos más apreciados de la ciudadela. En esta ciudadela nos encontramos con la terraza de los Elefantes, que era el sitio donde se realizaban las audiencias reales y las ceremonias públicas, escondido entre la maleza tropical está el templo Ta Prohm, tal y como lo encontraron los exploradores franceses en 1850.

En el gran recinto de Angkor se sitúa el templo de Preah Khan, construido por el fundador del imperio jemer, el rey Jayavarman VII en 1191 en honor a su padre, representado como el dios salvador del budismo mahayanista (una corriente del budismo). Este monumento era de hecho una ciudad y también un lugar para los estudios del budismo. De la misma época, Neak Pean, el único isla-templo de Angkor, se dice que representa simbólicamente a Anavatapta, un lago sagrado y mítico del Himalaya, venerado en la India por las virtudes curativas de sus aguas. El gran estanque central está relacionado con otros cuatro estanques que representan los cuatro grandes ríos de la tierra y los cuatro puntos cardinales con una gárgola cada uno con imágenes del león, el caballo, el elefante y el hombre.

En Camboya al igual que en Tailandia; Laos, Birmania y Sri Lanka donde se originó, se practica el budismo Theravada que se le conoce como la doctrina de los ancianos y que es la forma más antigua del budismo enfocada en la autorrealización y la iluminación. El budismo es la religión oficial de los camboyanos, se estima que la practica el 97% de la población.

A lo largo de su historia, Camboya ha tenido momentos de grandeza como la creación del Imperio Jemer en el siglo IX que llego a dominar buena parte del sudeste de Asia hasta el siglo XIII y que en su momento de esplendor construyó Angkor Wal que fue su capital, sus disputas territoriales con Vietnam y Tailandia en el siglo XIV iniciaron su declive. En 1887 pasó a formar parte de la Unión Indochina Francesa (La Conchinchina) como un protectorado hasta alcanzar su independencia en 1953 bajo el liderazgo del Príncipe Norodom Sihanouk.

A finales de la década de los 60 e inicios de los 70 quedo envuelta en el conflicto armado conocido como la guerra de Vietnam, sufriendo continuos y devastadores bombardeos por parte del ejército de los Estados Unidos, lo que causó una hambruna en su población y la destrucción de sus infraestructuras, esta situación provocó que los camboyanos tuviesen que incluir la ingesta de insectos y algunos roedores en su dieta alimenticia para sobrevivir a la escasez de comida. Esta práctica se ha mantenido a la fecha por lo que en algunos mercadillos nocturnos se pueden encontrar puesto de venta que ofrecen esos platillos, sin embargo al visitar sus mercados me pude percatar que hoy día el país produce; arroz, una gran variedad de verduras, carnes y mariscos, puedo dar testimonio que en Camboya se come bien y muy variado.
La historia reciente de Camboya incluye un terrible genocidio llevado a cabo por un grupo conocido como los Jemeres Rojos, quienes tomaron el gobierno en 1975 y se mantuvieron en él hasta 1979 cuando una intervención militar de la recién unificada República Socialista de Vietnam, los expulsó del poder. Tras varios años de inestabilidad el país logró consolidar una monarquía constitucional lo que le ha permitido experimentar un rápido crecimiento económico impulsado por la industria textil y el turismo.
Pese a los sufrimientos, el genocidio y la guerra, Camboya es hoy día uno de los países donde se trata al visitante con la mayor amabilidad, los camboyanos son personas que siempre están sonriendo, son muy atentos y pragmáticos, eso se experimenta desde la llegada al aeropuerto, donde se otorga la visa para ingresar al país, cumpliendo tan solo un rápido trámite de 3 pasos que finaliza, con el funcionario de migración entregándote el pasaporte con la visa estampada, y dándote la bienvenida mientras una amplia sonrisa ilumina su rostro. Aparte de Angkor Wat, Camboya tiene otros interesantes atractivos para el visitante, por lo que el deseo de regresar a un país que al igual que el resto de los países del sudeste asiático destaca por su seguridad y por el buen trato al turista es inevitable. Como le comenté a Fabiola, la siempre afable mejicana compañera de viaje. “Resumiría a Camboya en una palabra, un país encantador” y al que espero volver pronto.
El autor es expresidente del Colegio de Periodista de Panamá