Contra una pared dejé pintados
Nuestros nombres enlazados
Salpicados con el aerosol
Junto a una leyenda que decía
Escapemos de esta vida
Viva el Che y los Rollings Stones. De una canción de Los Rancheros.
El otro día pase por necesidad a la Universidad de Panamá, vi a los eternos estudiantes, algunos convertidos en administrativos.
Aproveche para ir al banco que está en el campus, luego me senté debajo de un coposo árbol de mango que da una sombra espectacular.
En ese lugar vi a una parejita de enamorados, mi mente voló y se puede decir que tuve un Déjà vu, me acorde de mi novia de la “U”.
En la escalera del escenario del Teatro Al Aire Libre o Tual, aún esta pintado su nombre y el mio. Recuerdo que lo hice una tarde que pintábamos pancartas contra una ley -pero ese es otro asunto-. Tiempo después, mi adorada novia y yo rompimos, algo que me dolió un montón -si también tengo sentimientos-.
Ella está casada, tiene una bebé, no destaca como abogada, pero tiene una familia. Mientras que a mí no me ha ido tan mal pero sigo soltero.
Haciendo memoria, de todas las parejas que había en el grupo de todas las facultades solo hay dos que se casaron y siguen juntos.
Más de 15 años después aceptó que la frase lapidaría de Euclides, “La novia del Estudiante, no será la esposa del profesional”, es totalmente cierta.