La juventud en la China comunista ha tenido un peso fundamental desde la época de la “Gran Marcha del Ejército Rojo” -periodo de repliegue de las fuerzas de Mao Tse Tung, tras la persecución del ejército de la República de China-, en la restitución de Mao en la “Revolución Cultural” y en la rebelión de la Plaza de Tiananmen.
El 13 de mayo de 1989 grupos de estudiantes ocupan la Plaza de Tiananmen para empezar una huelga de hambre, contra la inflación, los salarios y problemas de vivienda.
Otros sectores exigían más libertades democráticas o el fin de la corrupción del Partido Comunista Chino.
El detonante fue el fallecimiento de Hu Yaobang, ex número de dos del Partido Comunista Chino.
Hu colaboró estrechamente con Deng Xiaoping, pero fue relevado del cargo al no tener éxito controlando las manifestaciones estudiantiles de 1986.
Las protestas se intensifican
El poder de convocatoria aumentó paulatinamente, el 4 de mayo, aproximadamente 100 mil estudiantes y obreros marcharon sobre Pekín pidiendo reformas para la libertad de expresión y un diálogo formal entre las autoridades y los representantes de los estudiantes.
El Gobierno chino rechazó el diálogo con los manifestantes. Entre el 3 y el 4 de junio, tropas y tanques del Ejército de Liberación Popular, en conjunto con la policía, se dirigieron a la plaza disparando en su camino, según los relatos de los sobrevivientes.