La otra mañana llegó a la oficina un pasante recién contratado, a leguas se veía que cargaba una cruda horrible.
No tardaron las burlas sobre la causa de la borrachera del leguleyo… “Tomando por una mujer”; “Él llorando y la otra gozando”… Al escuchar toda esa basura dije en voz alta… No hay nada que cure el desamor que el propio dolor. “Eso es mucho mejor que ser el cornudo consciente; la querida eterna o la ninfa frustrada”.
Fui a la farmacia de la esquina compré la botella de agua, la más grande que encontré, un café negro y algo para la resaca y se las di al muchacho.
La escena de despecho protagonizada por el aspirante a abogado me puso a meditar un poco.
La verdad ese imberbe me hizo tener un Déjà vu, es decir me vi reflejado en él hace unos buenos años. Y es que cuando a un hombre le hieren el ego, el orgullo te hace cometer estupideces… En ocasiones hay que dar el beneficio de la duda a las personas, verán que hace unos días alguien me preguntó sobre mi estado sentimental. ¿Qué por qué a mi edad no tenía una pareja más o menos formal?
Le dije que le daba el beneficio de la duda, ya que ese punto se lo había aclarado anteriormente. Ahora que lo cuento parece algo estúpido… Después de terminar una larga relación de la peor forma… Porque para sustentar esa ruptura utilizó una serie de valoraciones que me dieron a entender que más que una pareja éramos enemigos.
El efecto fue tal que me tomó varios años superar esta ruptura. Luego de esto comencé a tener relaciones superficiales.
A tal punto que llegué a salir con cuatro mujeres a la vez… El punto de inflexión fue un sábado que luego de hacer el amor un par de veces con Andrea y más tarde fui a la casa de Alexandra a hacer lo mismo.
Me di cuenta de que más que disfrutar acostarme con las mujeres, me encantaba el enamoramiento, luego que esto pasaba ya perdía el interés.
Algo muy parecido al Complejo de Don Juan.
Complejo de Don Juan: Se manifiesta en hombres que presentan una personalidad con cierto tipo de comportamiento encaminado a seducir a cuanta mujer encuentran.
Este comportamiento es de dominio hacia el sexo femenino y son hombres que tratan de probar su virilidad y atractivo. Deje pasar un tiempo antes de involucrarme con una mujer…
Cuando esto sucedió intenté ir más lento, ya saben a lo que refiero.
A los cuatro meses Sandra se me abalanzó para estar conmigo, todo iba bien hasta que un día me dijo sin más pormenores que todo acababa, que si quería debía ir cuando podíamos darnos un acostón y nada más. Esto me cayó como un balde de agua fría.
Tras este revés cada vez que en una relación intuía que estaba desarrollando algún sentimiento por una mujer terminaba con ella antes de enamorarme.
Intenté hacer lo que Ashton Kutcher en el Efecto mariposa.
En una escena de esta película Evan – Ashton Kutcher-, luego de intentar salvar a Kayleigh y a sus seres queridos, en varias ocasiones este logra transportarse al momento donde ambos se hacen amigos y le dice al odio “Te odio. Y si vuelves a acercarte a mí te mataré a ti y a toda tu familia”.
Suena algo cruel, pero fue la mejor forma de salvarla. Lo que nunca hice fue prometer nada que no pudiera cumplir.
Volviendo al tema de los grubeos o relaciones de amigos con derecho, me manejé con cierto criterio, siempre presentarse como amigos, no frecuentar mucho -esto desarrolla apego-, no compartir fechas especiales -navidades, fin de año o cumpleaños- y nunca, pero nunca conocer a los familiares de la contraparte a menos que sea algo inevitable.
Pero como se dice la vida te pasa facturas.
Dicen que uno es el artífice de su destino y es que cada vez que he bajado la guardia con alguna mujer terminé enamorado solo. No recuerdo cuándo fue la última vez que pasé más de dos noches seguidas con la misma mujer.
Mi vida amorosa es como la de Apolo cuando fue castigado por el joven Eros -cupido- después de burlarse de este por jugar con un arco y unas flechas. Eros le disparó una flecha de oro y punta de diamante a Apolo para que se enamorase perdidamente de la ninfa Dafne.
Mientras que la bella ninfa fue herida por una flecha de hierro con la punta revestida con plomo la cual causó que odiará a Apolo.
El dios le expresó su amor a la ninfa y esta lo repudió y huyó de este. Cuando estaba a punto de ser atrapada por Apolo se convirtió en un árbol.
*Aclaración: El título debería ser “La Venganza de Eros”, pero Cupido es más conocido que el dios griego.