A pesar de que la Ley 315 prohíbe la venta y distribución de cigarrillos electrónicos y otros dispositivos sin combustión, estos productos siguen estando ampliamente disponibles, son de fácil acceso y su demanda sigue creciendo en Panamá.
Así se desprende de la investigación denominada: Prevención del Comercio Ilícito: Alternativas sin combustión en Panamá realizada por Povaddo-firma de investigación- del 19 de noviembre al 23 de diciembre de 2022, esto mientras Panamá se prepara para ser sede de la Conferencia de las Partes (COP10) del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el Control del Tabaco y el tercer periodo de sesiones de la Reunión de las Partes (MOP3) del Protocolo para la Eliminación del Comercio Ilícito de Productos de Tabaco.
Los resultados de la encuesta de consumidores muestran que el 5% de la población adulta, es decir, 200 mil usuarios, declara utilizar cigarrillos electrónicos y otros dispositivos sin combustión, y, además, hay un flujo constante de ventas de minoristas y revendedores. Esta prevalencia es notablemente superior a los resultados anteriores de la Encuesta Nacional de Salud del 2019 y la encuesta básica de la Organización Mundial de la Salud del 2020 para Panamá, lo que sugiere que la Ley 315 no ha sido eficaz para reducir el consumo de productos sin combustión.
En 2019, la Encuesta Nacional de Salud de Panamá encontró que el 0,4% de los panameños utilizó un dispositivo libre de humo en los 30 días anteriores a la encuesta, con un promedio de 0,8% entre los hombres y 0,1% entre las mujeres.
La encuesta básica de la Organización Mundial de la Salud de 2020 encontró que el 0.8% de los panameños utilizaban productos sin combustión, con un promedio de 1% entre los hombres y 0.5% entre las mujeres. Esta investigación también encontró que el 6.1% de la población general utilizaba productos de tabaco, con un promedio de 9.4% entre los hombres y 2.8% entre las mujeres.
Consumo en aumento
La encuesta de consumidores muestra que los dispositivos desechables son extremadamente populares entre los consumidores de alternativas sin combustión en Panamá. Casi cuatro de cada diez (38%) consumidores de estas alternativas usan vapes desechables, y los encuestados que tienen familiares o amigos cercanos que usan cigarrillos electrónicos informan que más de cuatro de cada diez (41%) de esos conocidos usan vapes desechables.
Otros cuatro de cada diez consumidores de sistemas electrónicos (39%) indican que utilizan un dispositivo con cápsulas o cartuchos. Un análisis más detallado de la encuesta reveló cierta confusión entre los consumidores de sistemas electrónicos en cuanto al tipo de cigarrillo electrónico que utilizan, aclarando que los desechables son de hecho el tipo de dispositivo más común.
Las entrevistas a profundidad con expertos del sector confirman además que los cigarrillos electrónicos son la categoría más extendida de alternativas sin combustión en Panamá, mientras que hay una prevalencia muy baja de consumidores de tabaco calentado, ya que los entrevistados no estaban muy familiarizados con estos productos.
En cuanto a los cigarrillos electrónicos, los expertos del sector creen que los vapes desechables son el tipo más común de cigarrillos electrónicos en el mercado.
Los vapes desechables son los más populares
Durante las entrevistas a profundidad y en las auditorías de las tiendas, se determinó que las marcas más prevalentes entre los cigarrillos electrónicos son marcas de dispositivos en su mayoría desechables. Algunas de estas marcas también fueron mencionadas durante la encuesta a consumidores, pero a menudo fueron mencionadas por consumidores de sistemas electrónicos que afirmaban utilizar cigarrillos electrónicos con cápsulas y cartuchos.
En general, el tipo de dispositivo más común observado durante las auditorías de tiendas fue el vape desechable, con una capacidad de 2.500 puffs, a un precio alrededor de 15 dólares. Los dispositivos más avanzados, como los cigarrillos electrónicos con cápsulas y los dispositivos de sistema abierto, son menos comunes y más caros y pueden tener un precio de entre 20 a 75 dólares.
Otro hallazgo importante es que, la gran mayoría de los vapeadores desechables de la marca de vapeo más común en Panamá- que fueron identificados y revisados durante la investigación, resultaron ser dispositivos falsificados. Los códigos/SKU de estos productos no coincidían con el sitio web oficial de la marca.
Uno de los principales canales de venta de estos productos son las tiendas online y los vendedores en redes sociales, quienes han ganado popularidad entre los consumidores de vapes, tras la aprobación de la Ley 315.
¿De dónde y cómo entran al país?
Los principales países de origen de estos productos son China, Estados Unidos, Europa (principalmente España o Suiza) y México y los puertos de entrada son Estados Unidos, Colombia y Costa Rica.
Además, los viajeros internacionales que llegan a Panamá importan pequeñas cantidades de productos alternativos sin combustión que son declarados para uso personal y la Zona Libre de Colón desempeña un papel clave en el contrabando de cigarrillos ilícitos en Panamá. A diferencia del resto de Panamá, los productos alternativos sin combustión no están prohibidos en esta zona, incongruencia normativa que, crea un escenario ideal para el mercado negro de cigarrillos electrónicos.
Ley 315 pone en peligro a consumidores
Los expertos del sector consultados consideran que, la Ley 315 fue el catalizador que llevó a la consolidación de un gran mercado ilícito de cigarrillos electrónicos, sumado al predominio de falsificaciones perjudiciales puesto que algunos dispositivos ilícitos son copias falsificadas y no probadas de marcas legítimas, lo que puede perjudicar a los consumidores.
También, los expertos consideran que ‘’la combustión es verdaderamente lo perjudicial al fumar, y no la nicotina, sin embargo, los cigarrillos combustibles siguen estando permitidos’’ como fue planteado por el presidente de la Asociación de Reducción de Danos por Tabaquismo de Panamá, Tomas Sánchez.
‘’Esta prohibición solamente ampliará el campo de acción de las organizaciones criminales a quienes se les dotará de otro commodity criminal para comercializar ilícitamente en y desde Panamá’’, aseveró Alejo Campos de Crime Stoppers Caribe, Bermuda y América Latina.
