Panamá hace historia al convertirse en el primer país de la región latinoamericana en establecer la protección de los arrecifes coralinos a través de una ley integral. La Ley 304 del 31 de mayo de 2022 (Link de descarga) que fuera presentada como una iniciativa ciudadana por el Centro de Incidencia Ambiental (CIAM) representa protección para los arrecifes y para otros ecosistemas afines como praderas de pastos marinos, importantes zonas con gran proximidad a los arrecifes y hogar de fauna marina.
Importancia de la Ley
Con esta normativa, por primera vez el Estado reconoce que la conservación de los arrecifes de coral, formaciones coralinas y especies asociadas son de interés público y esenciales para garantizar el derecho a un ambiente sano de todos los habitantes.
Por otro lado, Panamá se posiciona como una nación concienciada con la necesidad de evitar la extinción de los ecosistemas de mayor biodiversidad marina y que da pasos firmes en el cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que establece un plan para la futura protección de los océanos. Específicamente, está ligada al Objetivo 14: Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos.
Una tarea conjunta
Como proponente de la ley, CIAM ha dado seguimiento al proceso de aprobación y seguirá desarrollando iniciativas para educar a la ciudadanía sobre el impacto de la norma. En este contexto, CIAM desarrolló en 2021 la campaña educativa “Yo voy a ti Panamá” que puede encontrarse en la página www.SalvemosLosCorales.com orientando al público sobre corales, pastos marinos y promover la puesta en marcha de este estatuto de la República.
“Permaneceremos vigilantes a que se cumpla la ley y que se integren a todas las partes involucradas, porque la pronta implementación es necesaria para pasar de lo plasmado en papel a la ejecución real de la Ley.” manifestó María Gabriella Dutari, abogada de CIAM.
Alcance de la nueva norma
A nivel nacional se ha evidenciado la presencia de más de 130 especies de coral en la costa del Pacífico y en el Caribe panameño, que sin embargo han sido perjudicadas por diversas razones como la contaminación, sobrepesca, turismo irresponsable, acidificación de los océanos y crisis climática, entre otras.
Al ser hábitats de reproducción y crecimiento de peces, los corales son fundamentales para garantizar la seguridad alimentaria de las zonas en donde se encuentran; sin embargo, toda actividad debe darse de forma responsable y regulada por las autoridades responsables.
Con relación a esto, en el Artículo 18, se plasma que la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá tendrá la obligación de aplicar limitaciones o zonas de exclusión para métodos de pesca destructivos, tales como la pesca de arrastre, redes, jaulas, entre otros.
En materia de cambio climático los corales son vulnerables, pero también grandes aliados, debido a que tienen gran capacidad de fijar carbono, reduciendo la presencia de gases de efecto invernadero y mitigando el calentamiento global. Todo daño que se haga a estos ecosistemas acelerará los efectos de este fenómeno.
En el artículo 12 se prohíbe la construcción, modificación o cualquier tipo de actividad, tanto en las aguas como en sustrato de ecosistemas de arrecifes coralinos, pastos marinos y ecosistemas asociados. Mientras que en el 20 se prohíbe tirar, arrojar, verter o depositar desperdicios, materiales o residuos sólidos no peligrosos, peligrosos y de manejo especial, así como residuos líquidos peligrosos, en cursos de aguas naturales y artificiales, quebradas, arrecifes y comunidades coralinas, pastos marinos y manglares.
Educación y formación
Informes de las Naciones Unidas comunican que el 70% de los arrecifes de coral de la Tierra están amenazados: el 20% de ellos ya está destruido sin esperanza de recuperación, el 24% corre riesgo inminente de colapso y un 26% más está en riesgo por amenazas a largo plazo.
El 81% de los arrecifes de coral del Caribe panameño están en la comarca Guna Yala. Por ello, la Ley reconoce el derecho al uso y manejo tradicional de los recursos marino-costeros que ancestralmente han utilizado los pueblos indígenas, acorde a la sostenibilidad y a que no sean degradados. El Estado deberá promover la sensibilización respecto a estos recursos y los servicios que brindan, de conformidad con sus métodos tradicionales de participación y con el consentimiento previo, libre e informado de los pueblos indígenas.
La normativa tiene como innovación la creación de un Comité de Arrecifes, un ente asesor integrado por instituciones del Estado y representantes de la academia, sociedad civil, organizaciones de base comunitaria, el Congreso General de la Comarca Guna Yala y el sector del turismo.
Asimismo, la Autoridad de Turismo de Panamá junto a guías y operadores turísticos deberán educar a los visitantes nacionales y extranjeros sobre buenas prácticas durante los recorridos y permanencia en junto a corales y pastos marinos.