Por: Alfonso Fraguela
En la medida en que se acerque el 5 de mayo de 2024, podremos ver los reacomodos políticos con el fin de concretar el triunfo en las próximas elecciones.
Los primeros pasos, en esa vía lo estamos viendo, cumpliendo el calendario electoral. Esto estas son las alianzas a las que se refiere el Decretón y que fija como fecha limite el 30 de septiembre de 2023.
Hasta el momento, se han anunciado varias alianzas, que solamente deben cumplir con las disposiciones internas de cada colectivo político, para que se formalicen legalmente.
En este sentido, RM y ALIANZA, el PRD y el MOLIRENA, CD y EL PANAMEÑISMO, son los primeros en confirmar la intención de correr tomados de la mano, para el próximo torneo electoral.
Los que aún solamente han expresado la posibilidad de conversaciones exploratorias son el MOCA, PAÍS, y EL PP, mientras que los de libre postulación como Maribel Gordón, Zulay Rodriguez y Melitón Arrocha, han sido reservados en la posibilidad de las alianzas con otros partidos, o que pretendan ir de vicepresidentes.
Lo importante, en este escenario político que podemos destacar es que nos encontramos en medio de una lucha de egos, donde prevalece quien encabeza una nómina.
La frase “Más vale ser cabeza de ratón que cola de león”, adquiere significativa relevancia en este momento, porque parece que lo que realmente se busca es lograr un triunfo y liderar la oferta, y no se busca, solucionar los problemas que enfrenta Panamá en este momento.
Son pocos los candidatos a la presidencia que presentan soluciones encaminadas a sacarnos de atolladero en que se encuentra sumido nuestro país, y los otros, están enfocados en otros temas que seguramente son más importantes para ellos, pero menos importante para los electores.
Creo que quién vaya con quién, es lo menos importante para el elector, si realmente se busca solucionar el desempleo, la alimentación, la CSS, el agua, las carreteras, la seguridad, la migración, las concesiones estatales, etc.
En el monitoreo permanente que realizamos, los resultados nos reflejan la indiferencia ciudadana por la clase política, porque han sido engañados lustro tras lustro, lo que se manifiesta en el alto índice de abstencionismo.
Esto obliga a los aspirantes y candidatos, a recomponer sus canales de comunicación con la sociedad que es hacia quienes ellos se deben.
La insatisfacción social, se respira, se siente y el pueblo la expresa, porque se ha perdido el norte que es brindarle bienestar a ese ciudadano que te elige y que confía en ti.