Los cierres de fronteras, por el Covid-19, dejaron “varados” en Panamá a 2,532 migrantes, de diferentes nacionalidades, que no han podido continuar con su flujo migratorio controlado hacia el norte de américa.
A la fecha, no han ingresado más al país y, del total de migrantes, 1,993 permanecen en los albergues de la provincia de Darién (Laja Blanca y Peñita), entre ellos 4 niños que nacieron en territorio panameño. Por su parte, en el albergue de Los Planes en Gualaca, Chiriquí, hay un total de 539 migrantes, de éstos 1 infante nacido en Panamá.
Hay que destacar que, además de los 5 niños nacidos en Panamá, la cifra incluye otra cantidad de niños o menores de edad que ingresaron con padres o familiares y se mantienen en los grupos de migrantes.
Estos migrantes podrá continuar con su flujo controlado, una vez se reabran las fronteras internacionales y que Costa Rica permita su recibo, además se debe tomar en consideración las flexibilizaciones de salud de cada país, incluyendo sus propias naciones, en caso de que la condición sea repatriar o deportación, decisiones que deben esperar.
Al día de hoy, 43 migrantes se han contagiado por el Covid-19, de los cuales 41 permanecen en la sede de Lajas Blanca en Darién, todos recibiendo las atenciones médicas correspondientes. En tanto que unos 119 migrantes permanecen en cuarentena por contacto. Es importante destacar que no se ha registrado ningún deceso.
A todos estos migrantes se les atiende con alimentación, insumos de salud e higiene personal, así como lo necesario para la comodidad de su estadía en el país, mientras se normaliza la situación sanitaria en el mundo por el Covid-19.
Estos migrantes son, en su mayoría, provenientes de Haití, Chile y Brasil, además vienen de India, Ecuador, Guinea, Pakistan, Angola, Sirilanka y otras nacionalidades. Muchos de estos migrantes con nacionalidad chilena, ecuatoriana y brasileña, son niños que han nacido en estos países al momento del viaje de sus padres.