Si debo ser sincero no me gusta despedirme, pero considero que debo hacerlo de todos los lectores de esta columna.
La vida está llena de ciclos, cuando un ciclo termina es saludable reiniciar nuevamente.
Mi acuerdo con el editor era que si me comprometía en una relación seria dejaría de escribir los artículos.
En este momento disfruto siendo un lobo solitario. Eso no quiere decir que no disfrute la compañía de alguna amiga -literal-, una amante o interés romántico.
Tengo que decir que los rechazos me salvaron de más de una relación tóxica o una mujer con muchos problemas existenciales. Eso no es vida… Prefiero estar soltero a tener pareja y vivir un infierno.
Tampoco digo que soy un santo, pero nunca he prometido nada que no pudiera cumplir. Tampoco tengo la culpa de encontrarme con una mujer con el síndrome de salvadora que me haya querido cambiar. Si le he hecho daño a alguien fue sin intensión
Por todo lo dicho no le veo sentido a seguir escribiendo El Caballero Sin Memoria, autorizo al editor a cancelar la columna o dejar que alguien ocupe mi lugar, sería como un reinició de una saga de películas.
¡ Hasta luego!.