Por: Alfonso Fraguela
La empresa minera cumpliendo lo estipulado en el Contrato-Ley de concesión hizo un desembolso de 567 Millones de dólares, el cual fue recibido por el Estado panameño.
La sorpresa fue que luego del anuncio de la transferencia, dichos fondos fueron a parar a una cuenta del Banco Nacional de Panamá donde no serían tocados. Pese a que el Contrato-Ley disponía la forma en que dichos fondos serían utilizados.
La cláusula 39 del Contrato-Ley establece 4 formas como se dispondrían los dineros, cosa que no sea cumplido, por lo menos por ahora, ante el anuncio del depósito de una cuenta restringida.
Los adultos mayores, han resultado afectados primeramente, ya que un sector de la población de jubilados que recibe pensiones inferiores a B/.350.00 mensuales, obtendrían un incremento que los ubicarían en este monto.
Sin embargo, esto no ocurrirá con la restricción anunciada por el Ejecutivo.
Lo que abona un escenario desalentador, pues esos adultos mayores recibirían esa equiparación como una curita para, su economía fracturada. Igualmente, se hizo público que la navidad solidaria que constituye la distribución de jamones a costos reducida tampoco se entregarían, impactando no solo a los jubilados, sino también a las personas de bajos recursos.
Todos estos sucesos surgen en medio protestas, despertando el desánimo ciudadano, por ver desatendidos las medidas consuetudinarias realizadas por el Gobierno.
Parece que la actual administración ha empezado a delinear su salida, llevando al pueblo panameño a no esperar nada diferente hasta la llegada del nuevo gobierno.
Afianzando la llegada de una Navidad distinta, donde los aires de prosperidad que deben venir se verán limitados.
Esperamos que el Gobierno recapacite que medidas de este tipo, nunca serán del agrado del pueblo, pues no se puede prometer algo y luego prolongar en el tiempo su cumplimiento.
Los beneficiarios de estos recursos económicos lo esperan, y dilatar su distribución no cae nada bien para ellos.