Panamá continúa avanzando firmemente en la adopción y adaptación para implementar la norma internacional de información financiera 9 en el capítulo de pérdidas crediticias esperadas (IFRS 9-ECL), aplicando los principios con los que la normativa fue concebida, y facilitándole a las instituciones financieras que operan en el país cumplir con las reglas, principios, y lineamientos de los reguladores locales e internacionales.
Así lo considera Luis Barrientos, experto en Dominio de Riesgo de SAS Latinoamérica, quien agregó que, actualmente, en Panamá, operan 106 bancos locales, regionales, e internacionales, lo que lo convierte en un importante Centro Bancario Internacional para América Latina.
“Panamá se está convirtiendo en un referente regional. El país ha trabajado en el cumplimiento de la norma dictada por el International Accounting Standards Board (IASB) desde hace más de cuatro años. La experiencia de Panamá va a permitir conocer de primera mano qué prácticas han funcionado en la implementación IFRS 9-ECL en otras economías del área. También cómo se están resolviendo las distintas problemáticas que surgen y las que podrían ser funcionales en el más largo plazo; y la interpretación que se ha hecho de IFRS 9-ECL”, mencionó Barrientos.
Agregó que esta normativa busca implementar mejores prácticas para reconocer oportunamente el riesgo crediticio a que están expuestas las instituciones financieras. Para ello, establece que las empresas del sector financiero deben reconocer, por dicha norma, las posibles pérdidas crediticias de sus instrumentos financieros y activos, y actualizarlas periódicamente. Con ello se busca monitorear los cambios en dicho riesgo de tales posiciones a lo largo del tiempo y las posibles situaciones que se avecinan. Así como generar reportes gerenciales oportunos para la constante vigilancia de su potencial riesgo, para registrarlos consistentemente su materialidad en pérdidas.
Agregó que cada país en Centroamérica, como lo está haciendo Panamá, tiene que hacer la implementación de IFRS 9-ECL a partir de las regulaciones locales. Paralelamente, las organizaciones financieras que operan en ellos están avanzando en distintas dimensiones en el cumplimiento de la norma. “Todo con la información suficiente que les dé la agudeza para identificar y valorar el comportamiento de sus clientes y sus productos. Esto último, en algunos casos, afectado por el sector, región, políticas de gobierno y producto o servicio que operan las entidades”, mencionó Barrientos.
El especialista de SAS Latinoamérica, mencionó que existen varios retos para la adopción, adaptación, e implementación de la norma IFRS 9-ECL.
Refiriéndose a la región, mencionó que uno de ellos es que en Centroamérica confluyen fenómenos económicos, políticos, migratorios y ambientales, entre otros, los cuales pueden hacer que la implementación de IFRS 9-ECL se posterguen. Por