Una investigación publicada recientemente por el Hospital General de Massachusetts señala que convivir en un ambiente laboral con otras personas podría modificar la forma en la que nos alimentamos, según se desprende del análisis de los datos obtenidos tras entrevistar a más de 6.000 empleados de los Estados Unidos. Esto significa que muy probablemente las malas decisiones alimenticias que tomamos la lo largo de un día, pueden tener que ver más con lo que comieron nuestros colegas que con una decisión consciente.
Es que de acuerdo a los investigadores Douglas E. Levy, Mark C. Pachucki, “encontramos que las personas tienden a copiar las elecciones gastronómicas de otros en sus círculos sociales, lo que puede también ofrecer una respuesta a la distribución de la obesidad en las redes sociales”, desde el Centro de Investigaciones del Instituto Mongan para la Investigación de Políticas Sanitarias. Esto se suma al descubrimiento que realizaron tendiendo a marcar que nuestros patrones alimenticios podrían ser moldeados por lo que vemos a otros consumir, incluso en encuentros casuales con personas que no conocemos.
Este estudio contó con la participación de más de 6.000 personas de distintos trasfondos económicos y sociales, de diversas edades, del Hospital General de Massachusetts, evaluando por ejemplo las elecciones de consumo en la cafetería de personas del mismo grupo social, con minutos de diferencia, más que aquellos que compraban 30 minutos o más después de interactuar.
Moldear el apetito particular
Los datos mostraron que aquellos que compraban juntos, solían consumir algo muy similar o el mismo plato, marcando que comer con un compañero de trabajo podría modificar nuestros hábitos, en pos de “cementar” esa relación en una forma casi inconsciente. Muchas veces se puede tratar simplemente de compartir una tentación, pero en la mayoría de los casos se trataría de una coacción implícita de las elecciones de nuestros compañeros.
Sin embargo, existen formas de escapar a esta tendencia, incorporando hábitos saludables a nuestra dieta, permitiéndonos vivir mejor y escapar a algunos padecimientos crónicos que podrían afectarnos en el largo plazo. Esto se convierte en una prioridad en los ambientes laborales, ya que la mayoría de los días de la semana debemos comer con nuestros compañeros de trabajo y esto podría estar afectando la forma en la que comemos. Veamos algunas formas de comer más saludablemente en el trabajo:
- Preparar nuestros almuerzos previamente: utilizar bandejas reutilizables es una excelente opción para poder controlar qué comemos. Ante la invitación a comer algo poco saludable de un compañero, tendremos la excusa en el clásico “ya tengo el almuerzo”.
- Tener un aliado en el delivery: a veces los compañeros organizan un pedido conjunto para consumir y nos consultarán qué preferimos, por lo que podemos pedir algo de sushi como el que entrega PedidosYa que además de ser delicioso, aporta una gran cantidad de nutrientes en muy pocas calorías.
- Tomar la suficiente cantidad de agua a lo largo del día: a veces podemos pasar todo un día tomando muy poca agua, eso tendrá graves repercusiones en nuestra salud, pero también puede llevarnos a tentarnos con tomar algo poco saludable. Existen algunas aplicaciones capaces de recordarnos que tenemos que tomar agua, ideales para aquellas personas que están muy ocupadas durante el día.