La esperanza de escuchar por primera vez en su vida, llevó a Georgina Aizpurúa Araúz, de 25 años, a tomar la decisión, junto a su madre, Lisbeth Araúz, de buscar la forma de lograr una cirugía de implante coclear que le permita ingresar al mundo de los oyentes.
Luego de investigar, su madre conoció que el Hospital Dr. Rafael Hernández de la Caja de Seguro Social (CSS), en David, tiene un programa de implante coclear desde el 25 de enero de 2016, cuando iniciaron con los primeros procedimientos, que hasta la fecha se contabilizan 6 implantes cocleares en 5 pacientes, tres de ellos lograron su completa recuperación y hay dos que están en el proceso de terapia auditiva.
Georgina es una paciente con múltiples discapacidades, y este caso llevó a los médicos especialistas en otorrinolaringología, encargados del programa, a dar esa oportunidad de inclusión y ella se convierte en la primera paciente beneficiada con el programa, dijo el Dr. Rafael Milanés, coordinador del programa de otorrinolaringología del HRRH.
“La inclusión también es parte de este programa, porque la discapacidad no es un impedimento para darle esa oportunidad a estos pacientes para beneficiarse, porque la Caja de Seguro Social es solidaria en toda su estructura”, agregó.
Se trata de la tercera jornada de implante coclear que realiza el HRRH en el servicio de otorrinolaringología, en la que se operaron tres pacientes. Entre ellas, una de 74 años y otra de 50 años de edad que presentaban pérdida auditiva progresiva bilateral (pérdida de audición en ambos oídos).
El Dr. Milanés señaló que el implante coclear consiste en colocar un dispositivo que se introduce dentro de la cóclea y se encarga de enviar impulsos eléctricos para estimular las frecuencias de la cóclea. El dispositivo externo recoge del medio exterior el estímulo sonoro para enviarlo al componente interno a fin de transformarlo en audición.
“Con otra oportunidad me siento muy feliz, estoy alegre de que pueda poder oír a mis nietecitas, esta es la cirugía que más deseo”, agregó Aida Sáenz de 74 años antes de entrar al salón de operaciones, mientras una de sus hijas dijo que es una valiosa oportunidad que ofrece la CSS con este programa, a pacientes que tienen esta limitante. Para ellos es una grandiosa oportunidad porque son programas de muy altos costos.
“Para mí y para mi familia es algo inexplicable porque para nosotros que Georgina oiga es algo muy lindo, tenemos la fe de que mi hija va a evolucionar muy bien y estoy muy feliz con la CSS porque aceptó que ella entrara a este programa”; dijo Araúz.
Este programa ha mejorado la calidad de vida de pacientes que no habían logrado oír o habían tenido una pérdida progresiva de la audición, porque el objetivo es integrar a los pacientes al mundo de los oyentes.