En un evento histórico durante la 3ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, los ministros de Panamá y Canadá junto con líderes de otros 35 países lanzaron oficialmente la Coalición de Alta Ambición por un Océano Silencioso, la primera coalición política mundial dedicada a reducir la perjudicial contaminación acústica oceánica. El lanzamiento marca la creciente determinación internacional por abordar este problema como una amenaza clave a la biodiversidad marina y la resiliencia de los ecosistemas.
La Coalición reúne a gobiernos, comunidades indígenas, líderes de la industria naviera y oenegés ambientales para enfrentar el ruido oceánico, que interfiere en la capacidad de la vida marina para comunicarse, orientarse y sobrevivir.
“Con demasiada frecuencia, el ruido oceánico ha sido marginado en el discurso ambiental global,” dijo Juan Carlos Navarro, ministro de Ambiente de Panamá. “Con esta Coalición, nos comprometemos a actuar con decisión para proteger la biodiversidad marina de esta amenaza invisible pero poderosa”, agregó.
Concluyó en que “proteger la vida marina, además de ser una cuestión ambiental, también es un imperativo social y económico. Esta Coalición nos une para actuar con ambición y urgencia, defendiendo el equilibrio ecológico y la riqueza natural de nuestros océanos.”
Por su parte, Stéphane Dion, Embajador de Canadá en Francia y Mónaco, en representación de la Chrystia Freeland, ministra de Transporte y Comercio Interior de Canadá, hizo mención de la urgencia de la acción colectiva: “El ruido oceánico es un problema global que requiere cooperación global ambiciosa. A través de esta coalición, demostramos el compromiso de Canadá con el liderazgo internacional en conservación oceánica e invitamos a nuestros socios a unirse para restaurar un océano más silencioso y saludable para las futuras generaciones, mientras apoyamos una actividad económica sostenible”.
“El océano es un mundo acústico, donde el sonido es sinónimo de supervivencia: la vida marina depende del sonido para comunicarse, orientarse y encontrar alimento”, enfatizó Carlos Bravo, experto en políticas oceánicas de OceanCare. “La contaminación acústica humana está ahogando estos sonidos vitales, pero la solución está a nuestro alcance. Existen medidas rentables que pueden reducir de inmediato tanto el ruido submarino como las emisiones de carbono. La Coalición de Alta Ambición representa esperanza: un paso crucial para devolverle la voz a la vida marina en la sinfonía del planeta azul”, añadió Bravo.
Panorama nacional
Reducir la velocidad de los grandes portacontenedores aparte de ser una medida urgente, también es altamente efectiva. Diversos estudios han demostrado que disminuir la velocidad a 10 nudos puede reducir el ruido submarino generado por estas embarcaciones hasta en un 50%, lo cual representa un alivio significativo para la fauna marina.
Además, esta acción tiene beneficios ambientales adicionales. De acuerdo con un estudio encargado por el Canal de Panamá, entre 2017 y 2019, los buques que participaron en el programa de reducción estacional de velocidad (SST, por sus siglas en inglés) lograron disminuir sus emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes hasta en un 75%, dependiendo del tipo de embarcación, su tamaño y el tipo de combustible utilizado. Esta reducción se traduce en más de 15,000 toneladas de dióxido de carbono evitadas durante ese período.
Los objetivos clave de la declaración incluyen:
• Promover el diseño y la operación de embarcaciones más silenciosas a través de la Organización Marítima Internacional (OMI);
• Integrar medidas de reducción de ruido en la creación y gestión de áreas marinas protegidas;
• Implementar soluciones para reducir el ruido de embarcaciones y otros impactos del transporte marítimo en la vida silvestre marina sensible;
• Apoyar la creación de capacidades mediante herramientas y tecnologías compartidas, como las del programa GloNoise de la OMI.
Con este lanzamiento, se impulsa una nueva etapa de cooperación internacional, donde los países firmantes trabajarán de manera conjunta para implementar políticas, compartir conocimientos técnicos y promover soluciones innovadoras que reduzcan el ruido submarino.
