Más de 167,000 libras de alimentos llegaron a Panamá a bordo de un imponente C-5 Super Galaxy de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, uno de los aviones de carga más grandes del mundo.
Con esta donación, la Fundación Castillo del Rey, con 29 años sirviendo a comunidades vulnerables, completan más de un millón de libras de alimentos distribuidos en todo el país, que representaría más de 6.5 millones de platos nutritivos a niños y familias en situación de pobreza multidimensional.
Este hito es fruto de una sólida red de apoyo internacional encabezada por los ministros Ron y Terry Spradlin, de Abundant Rain Ministries y Joseph House Food Bank (Oklahoma, Estados Unidos), en conjunto con Feed My Starving Children, que desde 2013 han enviado más de 24 contenedores de alimentos a Panamá.
El Programa Denton del Departamento de Defensa de Estados Unidos, con apoyo de la Embajada de Estados Unidos en Panamá, facilitó en tiempo récord el traslado de los cuatro contenedores de 40 pies con más de 5,000 cajas de arroz fortificado, soya y vegetales deshidratados, operación valorada en 500,000 dólares.
“Hoy celebramos más que números: celebramos esperanza. Gracias al apoyo de nuestros aliados y al compromiso del Programa Denton y la Embajada de Estados Unidos, superamos el millón de libras de alimentos distribuidas y seguimos escribiendo una historia de fe, solidaridad y oportunidades para Panamá”, expresó Francisco Chávez, fundador y presidente de la Fundación Castillo del Rey Panamá.
El pastor José Guerra, líder de la Iglesia Bautista Bíblica de David, ha sido pieza clave para garantizar que esta donación llegue a quienes más lo necesitan en escuelas, iglesias y comunidades de todo el país, aún en tiempos adversos. Unos 50 sitios serán beneficiados, incluyendo escuelas, orfanatos y comedores comunitarios, en regiones como Guna Yala, Ngäbe Buglé, Chiriquí, Veraguas, Darién y Bocas del Toro.
Sobre la Fundación Castillo del Rey Panamá
Creada en 1996 por Francisco Chávez, la Fundación Castillo del Rey Panamá es una organización sin fines de lucro que promueve el voluntariado, llevando alimento, salud y apoyo espiritual a miles de familias en todo el país. Por casi tres décadas, ha sido un puente de solidaridad entre Panamá y aliados internacionales que creen en el poder de la compasión y el servicio.