Los niveles de desarrollo económico, las características a nivel territorial, entre otras importantes ventajas, ofrecen a Panamá una gran oportunidad de convertirse en un referente, no solo en términos de producción económica anual per cápita, sino también en la equitativa distribución del ingreso nacional, destacó el ministro de Economía y Finanzas, Felipe Chapman, durante el conversatorio Panamá del crecimiento a la prosperidad, en el que el Banco Mundial (BM) presentó su informe sobre Pobreza y Equidad 2024.
“El país enfrenta desafíos claramente definidos desde hace muchos años, los cuales han sido analizados ampliamente, tanto en términos de sus causas como de posibles soluciones. Sin embargo, en algunos casos, la sociedad panameña ha pospuesto el debate público sobre cómo abordarlos. Muchas de estas cuestiones son complejas, como lo demuestra el actual debate sobre la reforma al sistema de pensiones”, aseguró el Ministro, quien moderó el conversatorio junto a Oscar Calvo-González, director de Prosperidad para América Latina y el Caribe del BM.
El titular de la cartera de Economía y Finanzas, quien estuvo acompañado por los viceministros de Economía y Finanzas, Eida Sáiz y Fausto Fernández, agregó que “la reforma a las pensiones es uno de los pilares fundamentales para la movilidad socioeconómica, lo cual es uno de los objetivos principales de la propuesta del Gobierno Nacional, que incluye la reducción de la pobreza y mejorar la distribución de los ingresos, con una visión a largo plazo, más allá de los beneficios inmediatos.
Por su parte, el Director de Prosperidad para América Latina y el Caribe del BM, reconoció quePanamá ha mostrado un rápido crecimiento económico en los últimos años. No obstante, destacó que mejorar la calidad del empleo y abordar las desigualdades en el mercado laboral son esenciales para ampliar las oportunidades de las personas para salir de la pobreza.
Detalló quepara superar los retos que enfrenta el país, es clave que continúe invirtiendo en educación de calidad y en capacitación alineadas con las demandas del mercado laboral. Además, “que promueva políticas que reduzcan las brechas territoriales y étnicas para lograr un crecimiento sostenido que beneficie a todos los panameños».
Según el informe sobre Pobreza y Equidad 2024, Panamá enfrenta obstáculos significativos en el desarrollo de su capital humano y en la calidad de sus empleos. El Índice de Capital Humano (ICH) ha permanecido estancado en la última década y está entre los más desiguales en comparación con otros países de ingresos similares. Este índice revela que la productividad de las futuras generaciones podría alcanzar solo la mitad de su potencial, lo que implicaría una pérdida de hasta el 50% del ingreso futuro del país. Esto subraya la urgencia de invertir en educación de calidad y mejorar las condiciones laborales para asegurar un crecimiento económico sostenido.
El informe también resalta que las oportunidades de la educación superior como vía hacia empleos mejor remunerados siguen siendo limitadas. Solo el 20% de los jóvenes obtiene un título de educación terciaria, y las carreras que se ofrecen requieren una actualización urgente para alinearse con las demandas del mercado laboral.
Por otro lado, el estudio destaca que, aunque los ingresos laborales han crecido de manera sostenida un 2,2% anual entre 2001 y 2023, el informe señala que el Índice de Calidad del Empleo ha disminuido más rápidamente en Panamá que en otros países de la región, afectando especialmente a los hogares de menores ingresos. En 2023, el 40% más pobre de la población estuvo predominantemente en empleos informales. De acuerdo con datos del Ministerio de Economía y Finanzas, en 2023 la pobreza alcanzó el 21,7%, mientras que la pobreza extrema se situó en el 9,6%.
El análisis del BM también reconoce los esfuerzos de Panamá por adoptar metas de crecimiento verde, pero subraya que solo el 24% de los empleos en el país se clasifican como «verdes». La agricultura, por ejemplo, concentra el 94% del empleo en ocupaciones no verdes, afectando especialmente a los trabajadores rurales y a aquellos en situación de pobreza.