Panamá se ubica entre los países con el peor desempeño en la adopción de innovaciones para combatir el tabaquismo, según revela el Índice Global de Políticas Efectivas Anti-Tabaquismo 2024, elaborado por We Are Innovation.
De acuerdo con esta medición, por el mal diseño de sus políticas relacionadas al tabaquismo, Panamá se sitúa en la posición 59 de 69 países de cuatro regiones, demostrando un declive en su postura global y regional, destacando la urgencia de renovar su estrategia antitabaco.
“La prohibición de los productos de vapeo y las restricciones impuestas a los productos de tabaco calentado han limitado gravemente la disponibilidad de alternativas de riesgo reducido. Esta situación pone de relieve la paradoja de una política que, en su intento de proteger la salud pública, puede estar obstaculizando inadvertidamente la transición de los fumadores a opciones potencialmente menos dañinas”, resalta el informe.
“Con recomendaciones de salud que aún desaconsejan el uso de estos productos, Panamá enfrenta el desafío de equilibrar la regulación con la promoción de la salud”, advierten los autores.
El Índice Global de Políticas Efectivas Anti-Tabaquismo evalúa a unos 5.500 millones de personas, casi el 70% de la población mundial, y ofrece un análisis de las políticas públicas para erradicar el tabaquismo en 69 países de cuatro regiones. La evaluación profundiza en las complejidades de los productos de nicotina alternativos, examinando aspectos como los marcos normativos, las prohibiciones, la fiscalidad y las medidas gubernamentales para dejar de fumar.
Equilibrio entre enfoques tradicionales e innovadores
El índice enfatiza la urgente necesidad de avances globales en las políticas antitabaco y resalta lo imperativo de encontrar un equilibrio entre las medidas tradicionales y los enfoques innovadores, incluidos los productos alternativos de nicotina. Además, el índice aboga por un enfoque holístico que abarque productos alternativos para abordar las lagunas en la regulación.
Las políticas mundiales difieren enormemente en cuanto a receptividad, y el vapeo se enfrenta a prohibiciones de venta a pesar de las crecientes pruebas de su eficacia en la reducción de daños.
Se resalta que, de hecho, 17 países han prohibido el vapeo. En el continente americano, Canadá y Estados Unidos, así como otro grupo de países, están abiertos al vapeo y alternativas, mientras que Panamá, México y Argentina, entre otros, lo prohíben.
En este sentido, desde el 30 de junio de 2022 entró en vigor en Panamá la Ley 315 que prohíbe el uso, importación y comercialización de sistemas electrónicos de administración de nicotina, cigarrillos electrónicos, vaporizadores, calentadores de tabaco y otros dispositivos similares, con o sin nicotina, en Panamá.
Esto, aun cuando la Asociación de Reducción de Daño por Tabaquismo de Panamá (ARDTP) y la Asociación de Fumadores y Familiares por un Panamá Libre de Humo han advertido de manera insistente que aprobar legislaciones como la Ley 315, que prohíben el uso, comercialización e importación de cigarrillos electrónicos, impulsa el comercio ilícito.
De hecho, ha sido reportado por la firma de estudio de mercado Povaddo en 2023 que en Panamá existen no menos de 200 mil consumidores de cigarrillos electrónicos y productos de tabaco calentado, pese a que existe una prohibición para su comercialización.
“Con más de 8 millones de vidas que se pierden anualmente a causa de enfermedades relacionadas con el tabaquismo, la necesidad de medidas antitabaco eficaces es más urgente que nunca. Países como Suecia y Nueva Zelanda están liderando el camino al adoptar productos innovadores de nicotina en la lucha contra el tabaquismo. Sus políticas públicas que permiten alternativas han dado resultados notables, con tasas de tabaquismo de alrededor del 5 por ciento, casi libres de humo”, afirmó Federico N. Fernández, director ejecutivo de We Are Innovation.
Precisamente, las políticas de tabaquismo de países como Reino Unido, Suecia, Eslovaquia, Irlanda y la República Checa son consideradas las más avanzadas y eficaces, según el informe. “Los países más exitosos en el control del tabaco logran un equilibrio al integrar productos alternativos de nicotina junto con medidas tradicionales”, dice el reporte.
“Por el contrario, aquellos que se encuentran en la parte inferior de la clasificación suelen adoptar una postura más restrictiva, centrándose intensamente en la abstinencia”, concluyeron los investigadores.