Es un fenómeno que se presenta anualmente, es una masa de aire proveniente del desierto de Sahara que recorre 10,000 kilometros y se puede observar como una leve nubosidad, pero cuidado puede provocar tos, dolor de garganta, estornudos, secreción y picazón en el rostro, propios síntomas de alergias.
A raíz de la situación sanitaria que se vive por el COVID-19, es probable que ante algunos de estos síntomas las personas se alteren, incrementando la posibilidad de acudir a los cuartos de urgencias en busca de atención.
Por eso, se recomienda el uso de mascarillas (como en efecto, se está haciendo) y las personas eviten actividades al aire libre dadas las altas concentraciones de partículas en el aire, advierte la alergóloga de la Caja de Seguro Social (CSS), Rosellla Lee Ng.
La misma es una masa de aire seco cargada de partículas de arena, que se forma sobre el desierto del Sahara al final de la primavera, verano y principio de otoño, que por lo regular se mueve hacia el oeste sobre el océano atlántico tropical.
Ante esta situación, la doctora Lee Ng aclara que los efectos de este polvo pueden hacer que los síntomas de una persona que sufre alergias empeoren, por lo que estas personas deben evitar en lo posible salir sin las debidas protecciones del caso.
Estos efectos, propios de las alergias, suelen verse mayormente en niños, adultos mayores o personas con condiciones crónicas pulmonares como el asma.
Consejos a seguir ante esta situación
• Utilice mascarillas o pañuelo de tela húmedo
• Si va a limpiar, humedezca el puso y luego proceda a barrer.
• No realizar actividades al aire libre
• De ser posible, mantenerse en casa durante estos días.
• Si presenta síntomas, utilice sus medicamentos de rutina.
