Hoy asistimos en la historia al primer 20 de diciembre que oficialmente es duelo oficial, por efecto de la Ley 291 del 31 de marzo de 2022, fruto de una larga y abnegada lucha de los sectores patriotas y sociales del pueblo panameño, exigiendo que la fecha fuera calificada efectivamente como tal, pues aquel aciago 20 de diciembre de 1989, la patria fue mancillada por la nefasta invasión de Estados Unidos de Norteamérica, cruel acción de guerra contra nuestro pueblo en la que fallecieron más panameños que en cualquier otro momento de nuestro proceso histórico como nación.
La lucha por declarar el 20 de diciembre “duelo nacional” fue sostenida por espacio de 33 años por colectivos de familiares de los caídos y víctimas de la invasión, ex combatientes, el movimiento estudiantil, los obreros organizados, gremios educadores, intelectuales progresistas, agrupaciones culturales y compatriotas panameños en general. Hablamos de un bloque patriótico que no renunció a esta tarea de la dignidad nacional, pues la declaración formal del 20 de diciembre como duelo nacional, representa de cara a la historia una contundente denuncia al crimen cometido contra la paz y la vida del pueblo panameño, que configuró una violación flagrante de los principios y normas de instrumentos jurídicos del Derecho Internacional Público.
Por tales motivos, la Asamblea General de las Naciones Unidas repudió en su sesión del 29 de diciembre de 1989, a la invasión acaecida días antes. La Asamblea General de la ONU deploró “profundamente la intervención en Panamá de las fuerzas armadas de los Estados Unidos de América, que constituye una flagrante violación del derecho internacional y de la independencia, soberanía e integridad territorial de los Estados” (Resolución 44/240 del 29/12/1989).
Fueron varios los momentos en estos 33 prolongados años, en los que la vanguardia patriota fue capaz de resistir y levantar en alto las bandera, en coyunturas en que parecía muy lejana la posibilidad real de conseguir el objetivo. Sin embargo, el peso de la idea, el valor de los principios, la solidez de las convicciones patriotas, así como el afán de reivindicar a los caídos, trajo consigo finalmente la victoria que vino a ser la Ley 291 del 31 de marzo de 2022.
Corresponde a las fuerzas patrióticas del país, la defensa ahora del 20 de diciembre como día de duelo nacional, ante la postura anti nacional de sectores filo yanquis de la élite oligárquica panameña, que acudiendo a argumentos economicistas y oportunistas, buscan socavar la memoria histórica y revertir el duelo nacional. Se ha de profundizar la misión de conciencia mediante jornadas en la población, así como la inclusión de la invasión en los textos escolares para la formación de las nuevas generaciones.
Estamos en la obligación ética de continuar la lucha por el reconocimiento de los hechos en todos los foros e instrumentos internacionales y convertirla en misión de estado, en función al derecho de indemnización de las víctimas de la invasión, de tal manera que Estados Unidos sea obligado a responder por las consecuencias morales y civiles derivadas de su acción bélica contra nuestro noble pueblo. En ese sentido, es un importante paso lo actuado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, en su Informe No. 121/18, caso 10.573 de José Isabel Salas Galindo y otros contra Estados Unidos, toda vez que la CIDH estableció en su informe que “la responsabilidad internacional de los Estados Unidos por la violación de los derechos a la vida, integridad y seguridad personales consagrados en el artículo I de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y la Mujer, en perjuicio de las personas que perdieron la vida y de aquellas que resultaron heridas” (Comunicado de prensa de la CIDH, del 3 de diciembre de 2018).
Hemos avanzado, la lucha contínua. Exigimos la indemnización y reparo a las víctimas.
Jorge I. González
Lic. en Derecho y Ciencias Políticas. Maestrando en Docencia Superior y Derecho Internacional Público. Dirigente del Movimiento Patria.